UNAS MANOS OCULTAS

 

 

Había tenido que esperar durante años el visado que me permitiera viajar a Estados Unidos. Finalmente, poco antes de que Estados Unidos entrara en la guerra, fui requerido por escrito a presentarme en el consulado de Estados Unidos para que me expidieran el visado. Entonces dudé: ¿debía dejar atrás, solos, a mis padres? Sabía qué destino les esperaba: la deportación a un campo de concentración. ¿Debía decirles adiós y abandonarlos simplemente a su suerte? ¡El visado era exclusivamente para mí!

Salgo de casa indeciso, voy a pasear un rato y pienso:

-¿No es esta la típica situación en que sería necesaria una señal del cielo?.

Cuando vuelvo a casa, veo que sobre la mesa hay un pedazo de mármol.

-¿Qué es esto? -le pregunto a mi padre.

-¿Esto? Ah, lo he recogido hoy de entre un montón de ruinas, donde estaba antes la sinagoga que quemaron. El pedazo de mármol formaba parte de los diez mandamientos. Y si te interesa, puedo incluso decirte a cuál de los diez mandamientos pertenece la letra hebrea grabada en el mármol. Pues solo hay un mandamiento que la tiene como inicial.

-Y cuál es? -insisto para saber la respuesta. Y mi padre me contesta:

-Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra.

Así, me quedé «en la tierra», con mis padres, y dejé que el visado caducara. Esta es la historia del pequeño pedazo de mármol.

Dr. Viktor Frankl

 

 
El universo es más milagroso de lo que suponías. Todo está planeado tan exquisitamente que en cualquier momento dado todos recibimos de los demás actores de nuestra vida las enseñanzas que necesitamos. Los maestros espirituales enseñaban que todo es uno; que el progreso tuyo es el progreso mío, que tu aflicción es mi aflicción.
 
También decían que todo estaba relacionado, a determinado nivel. El concepto no es fácil de entender, pero explica por qué, cuando nosotros cambiamos, todo cambia a nuestro alrededor.
 
El cambio mental consiste en pasar de ver un mundo hecho de cosas a ver un mundo de posibilidades, abierto y fundamentalmente hecho de relaciones. Cuando ocurre este cambio fundamental, nuestro sentido de la identidad también cambia y empezamos a aceptarnos mutuamente como seres humanos legítimos.
 
Después, cuando aceptamos este cambio fundamental, empezamos a vernos como parte del despliegue; también vemos que es prácticamente imposible que nuestras vidas carezcan de significado.
 
Operando en ese estado mental y de ser distintos, llegamos a una sensación muy diferente de lo que implica estar comprometido. Cuando empieza a operar este nuevo tipo de compromiso, hay un flujo a nuestro alrededor.
 
Las cosas parecen ocurrir sin más. Cuando estamos en un estado de compromiso y rendición, empezamos a experimentar lo que a veces se ha dado en llamar «sincronicidad».
 
La sincronicidad es un principio de conexión no causal, una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que esta implicado algo más que la posibilidad aleatoria. Es la ocurrencia simultánea de unos eventos que corresponden a un mismo sentido, sin que haya entre ellos relación de causa y efecto.
 
Los acontecimientos sincronizados son una señal de que nos hallamos recorriendo el sendero adecuado, y también nos dicen cuándo no es así; al nivel más profundo, nos demuestran que no somos meros observadores, sino participantes de una red cósmica interconectada.
 
A veces, yendo de compras, te encuentras por casualidad con alguien con quien necesitabas hablar pero a quien no había manera de encontrar. Ambas partes han sido llevadas a esa tienda de manera «coincidente» al mismo tiempo, y todo ocurre de un modo que está más allá de la mente racional.
 
Puedes tomártelo como una simple coincidencia o puedes reconocer de lo que se trata: de la misteriosa interacción de nuestro poderoso inconsciente en el mundo físico, sobre todo si más tarde recibe otras señales que le indican que hace lo correcto.
 
La sincronicidad es un resultado. Es importante comprender las causas subyacentes de la sincronicidad porque, si no lo hacemos, podríamos intentar producirla de la misma manera que intentamos controlar el resto de nuestra vida. La gente tiene a elevar la sincronicidad a la categoría de una experiencia mágica.
 
Este fenómeno es algo muy terrenal como el agua que fluye ladera abajo debido a la atracción de la gravedad, aunque nadie sabe exactamente cómo funciona la gravedad, podemos observar sus resultados.
 
En el delicioso fluir de esos momentos parece que nos ayudaran unas manos ocultas, el que crea las condiciones para los «milagros predecibles».
 
Si admitimos la idea de la sincronicidad, entonces nuestra vida tiene sentido, todo acontecimiento de ella y toda persona que intervenga obedecen a un sentido y no nos sentimos como víctimas.
 
Mientras nos diferenciemos de los demás es fácil echarles la culpa de lo que nos pasa; si admitimos que estamos conectados, tendremos que asumir más responsabilidades, incluso cara a los demás.
 
Las personas felices y eficaces abrazan este concepto de «unidad». Para ellas todo lo que ocurre contribuye al sentido de su vida. Confían en que las circunstancias se sincronizarán a su favor. Los individuos eficaces no participan de la opinión de que la vida es una lotería.
 

Recopilado por Elias Benzadon

 

Todos nosotros, seamos guerreros o no, tenemos un centímetro cúbico de suerte que surge frente a nuestros ojos de vez en cuando. La diferencia entre el hombre común y el guerrero es que el guerrero es consciente de esto, y una de sus tareas es estar alerta, esperando deliberadamente, de manera que cuando surge este centímetro cúbico tenga la velocidad necesaria, la valentía, de atraparlo.

Carlos Castaneda

 

La vida es ese accidente que pasa entre que naces y mueres, un cúmulo de acontecimientos arbitrarios e impredecibles, una cadena de casualidades y caprichos del destino cuya única razón de ser tal vez resida en los afectos de la gente que quieres y te quiere. En efecto , querer y ser querido da sentido a la vida.

Ignacio del Moral «Cuéntame cómo pasó»

 

A menudo preguntamos:

-¿Por qué Dios me hizo esto?.

La respuesta es: para llevarnos a un nivel espiritual más elevado. No siempre podemos ver esto al momento, pero podemos tener la fuerza de decir:

-Algún día veré en retrospectiva y sabré por qué. Así que ahora aceptaré la incomodidad.

Cada elemento del cosmos está positivamente entretejido con los demás. Todo el Universo permanece unido, y la única forma de verlo es comprenderlo como un todo, una unidad.

 

Pierre Teilhard de Chardin

 

Cuando caminamos relajados y seguros, aumenta la capacidad de conectarnos con las oportunidades que van apareciendo. Lo que necesitamos para avanzar está cerca de nosotros, a nuestro lado, solo que unos lo ven y otros no.

Carlos Saúl Rodríguez

 

Cuando estamos listos, el universo siempre nos muestra lo que necesitamos saber. La sincronicidad sólo ocurre cuando las personas, los animales o los objetos tienen una relación estrecha, cuando están inmersos.

Deepak Chopra

 

 

Robert Johnson, analista junguiano

 

Se puede decir que en la vida todo puede ser simple coincidencia, pero cuando las coincidencias se acumulan se hace necesario buscar una nueva definición para lo «accidental». Me puse a cavilar sobre las «coincidencias» de mi vida. Yo advertía que empezaba a percibir la existencia de un plan trazado de antemano que iba desarrollándose de acuerdo con mi sensibilización y disposición para aceptar aquello que yo estuviera preparada para asumir. Como si las cosas fueran a ocurrir si yo lo permitía. Yo podía fijar el plazo, pero su carácter inevitable estaba fijado de antemano. Yo parecía ser un observador situado a mitad de camino entre dos realidades. Y sentía que iba adquiriendo, poco a poco, la capacidad para comprender ambos puntos de vista, los cuales parecían representar la bipolaridad de la vida, la realidad asentada en la Tierra y la realidad cósmica espiritual. Cada vez comprendía con mayor claridad que atribuir el carácter de realidad verdadera a uno de los dos puntos de vista denotaba estrechez de miras, parcialidad y, probablemente, obcecación. Tal vez todos los seres humanos fuésemos Mente, Cuerpo y Espíritu, como decían los filósofos de la Antigüedad. Éste era su legado. Quizá yo tuviera que volver a aprenderlo.

Shirley MacLaine

 

 

La sincronicidad indica una coincidencia significativa. Estamos pensando en alguien con quien hace años no hablamos y de repente nos llega una carta suya o nos la encontramos en la calle. Los dos hechos son acausales pero están unidos por el significado, y esto podría estar relacionado con algunos procesos arquetípicos que funcionan en el inconsciente.

 

Carl Jung

 

No deja de ser una hazaña bastante milagrosa eso de que seis mil millones de personas se encuentren siempre en el lugar y en el momento justo para recibir las unas de las otras esas lecciones que necesitan. Asombroso, pero quizá no tan diferente de la cooperación de miles de millones de células diferentes en un mismo organismo.

Andrew Matthews

 

La única forma de experimentar que mi vida carece de significado es dedicarme en cuerpo y alma a repetirme que carece de significado.

Peter Senge

 

La fe es la capacidad de lograr los llamados milagros y de muchos misterios que no pueden ser explicados por la lógica o por la ciencia.

José Ramón Díaz Fonseca

 

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