Se
llama El Presente porque de todos los regalos que puedas recibir, éste es el
más valioso porque cuando lo recibes te vuelves más feliz, capaz de
hacer todo lo que quieres. Cuando recibes El Presente dejarás de pasar el
tiempo
soñando con ir a otro lugar.
El Presente
puede darte muchos tipos de riqueza, pero su valor no sólo se mide en oro o
dinero. Ser más exitoso significa progresar hacia lo que es importante para
ti. Tú decides qué es el éxito y podemos cambiar nuestro concepto del éxito
de acuerdo con las etapas en que nos encontremos.
Tú ya
sabes qué es El Presente. Ya sabes dónde encontrarlo. Y sabes cómo puede
hacerte más feliz y exitoso. Lo sabías con certeza cuando eras más joven.
Simplemente, lo olvidaste. El Presente es un regalo que te haces a ti mismo;
sólo tú tienes el poder para descubrirlo.
Para
encontrar El Presente piensa en los momentos en que fuiste más feliz y
exitoso. Tú ya sabes dónde encontrar El Presente, sólo que no ere consciente
de ello. Cuando dejes de esforzarte te será más fácil descubrirlo. De hecho
será obvio.
Cuando
estás totalmente inmerso en lo que haces, tu mente no divaga y eres más
feliz. Estás absorto sólo en lo que sucede en ese momento; ya no pasas el
tiempo molesto por el pasado o preocupado por el futuro. El Presente no es
el pasado ni el futuro. El Presente es ¡el momento presente! El Presente es
¡ahora!
Estar
en El Presente significa concentrarse en lo que está ocurriendo precisamente
ahora y valorar los regalos que recibimos cada día. Cuando estás en El
Presente, eres más consciente y te concentras mejor en lo que haces. Cuando
estás en El Presente, te sientes más feliz y eres más exitoso.
Aun en
las situaciones más difíciles concentrarnos en lo que está bien en el
momento presente nos hace más felices y nos da la energía y confianza
necesarias para enfrentar lo que está mal hoy.
Estar
en El Presente significa concentrarse en lo que es en este instante y
también concentrarse en lo que está bien en este momento. Cuando estás en
una situación mala, normalmente te concentras en lo que está mal y eso te
deprime y desalienta.
Muchas
personas hacen eso. Casi todas las situaciones son una combinación de lo
bueno y lo malo. Todo depende de cómo las veas. Mientras más te concentras
en lo malo, menos energía y confianza tienes. Por eso es importante que en
las situaciones «malas» busques lo bueno, aunque sea difícil.
Aprécialo y
avanza a partir de ahí. Mientras más aprecias lo que está bien en el
momento, más feliz eres. Te vuelves una persona más relajada y se te
facilita permanecer en El Presente.
El dolor
es la diferencia entre lo que es y lo que quieres que sea. El dolor en El
Presente, como todo lo demás, cambia constantemente; viene y va. Cuando
permaneces totalmente en El Presente y has padecido el dolor y te sientes
desgastado por él, puedes empezar a buscar lo que está bien y capitalizarlo.
Es
importante experimentar situaciones dolorosas, aprender de ellas y no
distraernos con otra cosa. Estar en El Presente significa eliminar las
distracciones y prestar atención a lo que es importante ahora.
Tú creas tu
propio presente ahora a través del objeto de tu atención. Aun en las
situaciones difíciles debes ignorar las distracciones que te apartan del
Presente. En las relaciones tienes que concentrarte en la totalidad de la
persona. Si eres consciente de sus características «buenas» y «malas»,
puedes manejar cualquier problema sin dejarte distraer.
Es
difícil dejar atrás el Pasado si no has aprendido de él. Tan pronto como
aprendas y lo dejes atrás, El Presente mejorará. Cuando no utilizas tus
sentimientos sobre el Pasado para aprender de tus experiencias, pierdes la
alegría del Presente. Una vez que has aprendido del Pasado, es más fácil
disfrutar del Presente.
Aunque
es cierto que no debemos vivir en el Pasado, pues entonces no viviríamos en
El Presente, es importante utilizarlo para aprender de nuestros errores y,
si nos fue bien en el Pasado, analizar por qué y capitalizar nuestros
éxitos.
Siempre que te sientas desdichado o abatido en El Presente, es momento de
aprender del Pasado o planear para el Futuro. Sólo hay dos cosas que pueden
impedirte el goce del Presente: tus pensamientos negativos sobre el Pasado o
el Futuro.
Cada vez que
sientes que algo interfiere con tu goce del Presente y tu bienestar, debes
analizar el Pasado y aprender de él. El mejor momento para aprender es
cuando quieres que El Presente sea mejor que el Pasado.
Cuando te
sientes molesto o tienes pensamientos negativos respecto del Pasado que
interfieren con El Presente, debes darte tiempo para examinar aquél y
aprender.
El mejor
momento para aprender es cuando sientes algo negativo porque puedes aprender
de tus sentimientos y la mejor manera es que te preguntes y te respondas qué
ocurrió en el Pasado, qué aprendiste de ello y qué puedes hacer diferente
ahora.
Debes
recordar un error que cometiste y pensar cómo evitarlo ahora, pero no seas
demasiado duro contigo. Recuerda que hiciste lo mejor que podías en ese
momento, ahora que sabes más puedes actuar mejor.
Cuando nos
conducimos de la misma forma obtenemos los mismos resultados y si actuamos
diferente, logramos distintos resultados.
Lo
mejor de todo es que mientras más aprendas del Pasado, menos remordimientos
y más tiempo tendrás en El Presente. Considera lo que sucedió en el Pasado.
Aprende algo valioso de ello. Utiliza lo que aprendiste para mejorar El
Presente.
No
puedes cambiar el Pasado pero sí aprender de él. Cuando enfrentes una
situación parecida, puedes actuar de otra manera y disfrutar un presente más
feliz y exitoso.
Aunque no es
conveniente estar en el Futuro, pues nos perdemos en la preocupación y la
ansiedad, es importante planear para el Futuro. Aparte de tener buena
suerte, la única forma de hacer que el Futuro sea mejor que El Presente es
planearlo.
Además, la
«buena suerte» suele acabarse. Esto ocasiona complicaciones más graves y
muchos problemas por solucionar. No puedes depender de la buena suerte.
El
planeamiento para el Futuro reduce el miedo y la incertidumbre porque
estamos trabajando en nuestro éxito futuro. Sabemos qué hacemos y por qué lo
hacemos. Cuando estás preparado para el Futuro, puedes disfrutar con más
tranquilidad El Presente.
Al planear
nos liberamos de la constante preocupación sobre qué hacer cada día; es un
mapa que nos permite concentrarnos en lo que necesitamos hacer en El
Presente para producir el Futuro que queremos. Si planeamos el Futuro
podemos permanecer más plenamente en El Presente.
Nadie puede
predecir ni controlar el Futuro. Sin embargo, mientras más planees en
función de lo que quieres, menos angustiado estarás en El Presente y mayor
certeza tendrás sobre el Futuro.
La falta de
planeamiento, tanto en el trabajo como en la vida personal, es la causa más
común por la que no alcanzamos nuestros sueños y metas. Debes planear para
el Futuro siempre que quieras que el Futuro sea mejor que El Presente.
La mejor
forma de hacerlo es planteándote cómo sería un futuro maravilloso, qué
planes tienes para lograrlo y qué estás haciendo hoy para lograrlo.
Mientras más nítida y realista sea la imagen que quieres del Futuro y
mientras más confianza tengas en que puedes lograrlo, más sencillo te será
elaborar un plan. Una vez que lo tengas debes revisarlo periódicamente a la
luz de la información y las experiencias que vayas acumulando. Así será más
realista.
Lo
importante es hacer algo hoy, aunque parezca pequeño, para promover ese
futuro maravilloso. Desde hoy mismo, imagina cómo sería un futuro
maravilloso. Elabora un plan realista para conseguirlo. Pon en marcha tu
plan en El Presente.
Cuando
no planeas, no estableces objetivos en el trabajo o no prevés problemas,
pierdes el rumbo. Entonces es más probable que dediques mucho más tiempo a
cosas sin importancia y menos a las verdaderamente relevantes.
Puedes
pensar que El Presente se compone de tres partes perfectamente equilibradas,
cómo un trípode: vivir en El Presente, aprender del Pasado y planear para el
Futuro. Si quitas un pie, el trípode se vendrá abajo; si se apoya en sus
tres pies, funcionará a la perfección.
Con nuestra
vida y con el trabajo ocurre lo mismo. Pero si no estás en El Presente, no
te darás cuenta de lo que está ocurriendo; si no has aprendido del Pasado,
no puedes planear para el Futuro; y si no tienes plan para el Futuro, estás
viajando a la deriva.
Cuando
lograr equilibrar tu trabajo y tu vida sobre el trípode del Presente, el
Pasado y el Futuro, todo es más claro y puedes manejar mejor cualquier
situación.
Vivir
en El Presente, aprender del Pasado y planear para el Futuro no es todo.
Para que esto tenga sentido es necesario vivir y trabajar con un Propósito y
responder a lo que importa del Presente, el Pasado y el Futuro.
Para
vivir con un propósito no basta saber qué hacer sino por qué se hace.
Trabajar y vivir con un propósito no supone necesariamente un plan de vida
grandioso, sino un enfoque práctico para la vida cotidiana.
Significa
levantarnos diariamente y considerar qué significado tendrá ese día para
nosotros y para los demás como resultado de nuestros actos. Cuando vives y
trabajas con un Propósito y actúas en función de lo que importa ahora estás
más preparado para dirigir, administrar, apoyar, hacer amigos y amar.
El
éxito significa algo distinto para cada persona. Puede ser llevar una vida
más tranquila, realizar un mejor trabajo, pasar tiempo con la familia y los
amigos, obtener un ascenso, gozar de buena condición física, ganar más
dinero o simplemente ser una persona honrada que ayuda a los demás.
El
éxito consiste en convertirte en lo que eres capaz de ser y avanzar hacia
objetivos valiosos. Cada quien define por sí mismo lo que significa ser más
exitoso.