PROSEGUIR SU BÚSQUEDA HEROICA

 

 

Hombre Uno/Dos es un joven huérfano que está siendo criado por su abuela. La abuela es muy buena con el chico, tan buena que su infancia es razonablemente feliz, a pesar de ser huérfano.

Pero un día el chico se acerca a la abuela y le dice:

-Abuela, me aburro. Dame algo nuevo que hacer.

La abuela siempre tiene buenas ideas.

-¿Por qué no te vas a recoger raíces?, -sugiere. Ve, recoge todo aquello que encuentres bajo tierra, y haz un gran montón con ello.

Se va al bosque de buena mañana y excava la tierra hasta que se pone el sol. Varias veces al día regresa al pueblo, coge a la abuela de la mano y le muestra con orgullo lo que ha conseguido. La abuela responde como debería hacer una buena abuela: le alaba y hace comentarios favorables sobre la creciente pila de raíces.

Hombre Uno/Dos se entusiasma con su trabajo de excavar raíces, y prosigue con esta actividad durante todo el verano, hasta bien entrado el otoño.

Entonces, en una fresca mañana de otoño, se va hacia su pila creciente y se asombra al ver que ha desaparecido. Todas las raíces se han ido. Presa del pánico, corre hacia el pueblo gritando:

-Abuela, abuela, mi trabajo de todo el verano ha desaparecido, ¡las raíces no están!.

El muchacho lleva a la abuela al bosque, pero cuando llegan al lugar se da cuenta de que ella no está sorprendida.

-Sí, ya lo sé, -dice la abuela. Hay algo que debo decirte. Lo he estado posponiendo hasta que he podido, pero ahora debo decírtelo.

La abuela hace sentar al chico en un tronco cercano y procede a contarle su historia. Es una historia que él desconocía, y el chico escucha con gran atención. Ella le explica que Hombre Uno/Dos es el hijo de su hijo, un gran guerrero que fue asesinado por el Viejo Camisa de Piedra, un hechicero que se desvió de su camino.

Viejo Camisa de Piedra utilizó sus poderes chamánicos de manera oscura. Se volvió tan egoísta que le fue creciendo una camisa de piedra alrededor del cuerpo, una camisa que ninguna flecha, hacha o arma conocida por la humanidad podía atravesar:

-Nada puede atravesar a Viejo Camisa de Piedra, -dice la abuela.

Viejo Camisa de Piedra se convirtió en un depravado por su abuso de los poderes chamánicos, y un día decidió tomar esposa. Mató al padre de Hombre Uno/Dos, secuestró a su madre y estaba a punto de matar al niño cuando la abuela intervino y le rogó que le perdonara la vida. El hechicero le dio permiso a la abuela para criar al niño, que creció como el huérfano Hombre Uno/Dos.

-Anoche, -prosiguió la abuela- tu padre se me apareció en forma de espíritu. Me dijo que tenías que dejar de excavar raíces, porque ése es trabajo de chicos. Es hora de que te conviertas en un hombre y hagas un trabajo de hombres.

Fue él quien se llevó las raíces y fue él quien me dio instrucciones sobre lo que debes hacer ahora. Tu padre dice que tienes que ir a su tumba, que está debajo de ese gran roble del calvero.

 Tienes que irte al lado norte del árbol, donde te pondrás a cavar hasta encontrar los huesos de tu padre. Tienes que cogerlos y ponerlos a un lado. Debajo de los huesos encontrarás un hacha de piedra, un arma que el padre de tu padre le dio a él. Debes coger esa hacha de piedra, yacer sobre los huesos de tu padre con el hacha en la mano y dormir durante cuatro días.

Durante este tiempo, el espíritu de tu padre vendrá a instruirte sobre todas las cosas que necesites saber para el destino especial que está frente a ti.

Hombre Uno/Dos se sintió emocionado por la promesa de todo ese poder e inteligencia de sus antepasados masculinos desde incontables generaciones, que le sería transmitido mediante el regalo de un hacha de piedra. El está tan impresionado por lo que le ha dicho la abuela, que se olvida de sus raíces.

Entonces, de repente, le entra mucho miedo y se da cuenta de que le tiemblan las manos; se queda sentado, pensando, durante un par de días. Ya no tiene raíces que excavar, así que no puede volver hacia atrás, pero tiene miedo de seguir adelante y acercarse a la tumba de su padre para encontrarse con su destino.

Finalmente, al atardecer del segundo día, Hombre Uno/Dos, con su valor totalmente agotado, se dirige hacia el viejo roble y arroja piedras a la tumba de su padre; a pesar de ello, el padre no le arroja piedras al hijo.

Al día siguiente, Hombre Uno/Dos ha recuperado el valor. Va hacia la tumba, con destreza excava la tierra y, en un momento maravilloso y terrible, encuentra los huesos de su padre; después de retirar los huesos, encuentra el hacha de piedra que perteneció a su padre, la agarra y luego se echa en el hueco que fue la tumba de su padre y duerme durante cuatro días.

Durante esos cuatro días, el espíritu de su padre le instruye en toda la sabiduría de su tribu. Su cuerpo se fortalece y cuando cuatro días más tarde se despierta, ya ha crecido del todo, tiene todos los músculos y la fuerza que precisa un hombre adulto.

Ha aprendido cómo rastrear animales, cómo encontrar agua, cómo predecir el tiempo, todas ellas cosas que necesita para sobrevivir en el duro clima del sudoeste americano.

Ahora está inmerso totalmente en el «Viaje del Héroe», así que va hacia la abuela y le pone el hacha en la mano.

-Abuela, por favor reúne todo tu valor y toda tu energía y de un solo golpe párteme por la mitad, desde la cabeza hasta los pies.

La abuela rompe a llorar y dice que precisamente eso es algo que no puede hacer. ç

-Tú eres todo lo que me queda, -dice, -ya he perdido a mi hijo, que fue tu padre. No puedo cumplir con esta petición.

Hombre Uno/Dos, tranquila pero resueltamente, responde:

-Abuela, es mi padre, tu hijo, quien me dijo que había que hacerlo.

La abuela no puede discutir con ello, así que coge el hacha, reúne todo su valor y energía y de un solo golpe parte a Hombre Uno/Dos de la cabeza a los pies. Éste se convierte instantáneamente en dos personas: Hombre Número Uno y Hombre Número Dos. Así es como consiguió su nombre: Hombre Uno/Dos.

Es después de esta escisión cuando resuelve rescatar a su madre, que había sido raptada y que seguía en poder de Viejo Camisa de Piedra. Ésta es la prueba heroica. La abuela se entera de su propósito e inmediatamente lo censura.

-No hay modo alguno de intentarlo, resultaría absolutamente fatal para ti. Viejo Camisa de Piedra siempre gana, y no hay manera de recuperar a tu madre de su poder.

Viejo Camisa de Piedra vive en una cueva guardada por un antílope que tiene un ojo en el extremo de cada uno de sus pelos; también tiene dos hijas de un matrimonio que tuvo lugar hace mucho, mucho tiempo. Estas dos hijas viven en el fondo de la cueva y le sirven, y llevan arcos y flechas que nunca fallan.

Afortunadamente, Hombre Uno/Dos también tiene acceso a ciertos ayudantes del reino animal y los reúne a su alrededor. Son criaturas que conoce de sus días alegres de la infancia, sus amigos, los animales. El Muflón acude a la reunión, así como el Coyote, el Lobo, el Ratón y la Serpiente de Cascabel.

Hombre Uno/Dos expone su plan para rescatar a su madre y todos los animales responden inmediatamente:

-No, ¡no se puede hacer¡

Al igual que la abuela, le dicen que este plan sólo puede acabar con la muerte de Hombre Uno/Dos. Pero él está convencido e insiste en que emprenderá la tarea, aunque tenga que ir solo. Al ver esta exhibición de valor y determinación, los animales se muestran de acuerdo en todo lo que puedan.

Cada uno de los animales aporta a Hombre Uno/Dos un talento especial. Muflón tiene un cuenco con agua que nunca se seca, algo muy importante en un territorio especialmente árido. Lobo tiene el don de la palabra; de hecho habla y habla hasta cansar a todos. Coyote tiene un talento similar e interrumpe a Lobo para decir que él tiene un plan aún mejor.

Mientras Lobo y Coyote hablan sin cesar, la Serpiente de Cascabel no puede soportar más y sale arrastrándose y llega ante la guarida del Viejo Camisa de Piedra y de un solo ataque, rápido como un relámpago, mata a Antílope, regresa a la asamblea de los animales y tranquilamente cuenta lo que ha hecho. El Lobo y el Coyote se atribuyen la autoría de la exitosa idea.

El Ratón no puede soportarlo y se va en secreto hacia la cueva del Viejo Camisa de Piedra, entra, encuentra los arcos de las dos hijas y en silencio empieza a roerlos hasta que las cuerdas están casi rotas pero no del todo.

Hombre Uno/Dos está ahora casi preparado para enfrentarse al Viejo Camisa de Piedra. Avanza cautelosamente hasta que puede ver la cueva y mientras está escondido entre la maleza ve a su madre, a quien le han permitido salir a dar un paseo. Se le dispara el corazón cuando la tiene a unos pocos metros, pero el Viejo Camisa de Piedra vigila sus más mínimos movimientos.

Nuestro héroe susurra que es Hombre Uno/Dos, su hijo, que ha venido a rescatarla. Ella hace lo que puede para esconder el sobresalto al oír sus palabras, e insiste en voz baja que tiene que irse, porque nadie puede vencer al Viejo Camisa de Piedra. Pero antes de retirarse, Hombre Uno/Dos dice algo muy sabio:

-Madre, cuando luche con Viejo Camisa de Piedra, mantente alejada. Vete a sentar frente al lago y no te interpongas en mi camino.

Entonces se desliza silenciosamente hasta volver adónde se encuentran los animales.

Los ayudantes animales debaten la mejor manera de tratar con el Viejo Camisa de Piedra. Lobo y Coyote hablan y hablan hasta que Serpiente de Cascabel no puede soportar más y a punto estallar, se marcha.

e esconde sin ser vista entre las rocas del exterior de la cueva y mientras yace allí observa que cada mañana justo antes del alba, Viejo Camisa de Piedra sale de su cueva para atender sus necesidades.

A la mañana siguiente, Serpiente de Cascabel está preparada; se coloca cuidadosamente en el lugar adecuado, y cuando Viejo Camisa de Piedra se agacha para hacer sus necesidades, le muerde en un lugar estratégico y le mata al instante.

Ahora Hombre Uno/Dos puede proseguir su búsqueda heroica: va hacia el lago donde su madre está esperando y regresan juntos al poblado.

Leyenda de la tribu Paiute del Sudoeste de los Estados Unidos

 

Haz lo que temes y el miedo estará sentenciado a muerte.

 Ralph Waldo Emerson

Todo el Universo está en crecimiento. Y está creciendo sobre sus propios ejes peculiares de desarrollo, su propio dharma divino. Cada modelo es único, y diferente de todos los demás. De la misma manera que no hay dos briznas de hierbas iguales, o dos copos de nieve iguales, nunca se encontrarán dos Almas iguales, tanto en su línea de desarrollo innato como en los caminos de sus destinos individuales. Todo crecimiento o desenvolvimiento empieza con un replegamiento. Esto es lo que ocurre con cada semilla. Una bellota jamás se convertirá en otra cosa que no sea un roble. En ese principio casi imperceptible es donde radica la plena promesa y potencialidad de lo que después se revelará. Así pues, cada hombre tiene su peculiar línea de crecimiento y su propio desarrollo. Sólo compartimos unas cosas: un origen común y un destino común. Y ese origen y ese destino es Dios. Y de la misma manera que la bellota contiene el futuro gigante del bosque, así cada Alma humana contiene un Dios por revelar. En él están el Conocimiento, la Sabiduría y el Poder. El conocimiento espiritual no se logra desde fuera. El intelecto lo ignora. Cuando llega la hora, dicho conocimiento brota de dentro. El verdadero conocimiento espiritual se desarrolla desde dentro, no se obtiene desde fuera.

Clara Codd

El conocimiento jamás es enseñado. Pero cuando llega el momento, Dios devuelve la memoria al Alma del Hombre.

Hermes

La persona de éxito tiene el hábito de hacer las cosas que a quienes fracasan no les gusta hac

Albert Gray

El corazón tiene sus razones que la razón no comprende.

 Blaise Pascal

Trata a un hombre tal como es y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.

Johann Goethe

Solo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir cuán lejos puede llegarse.

Thomas Stearns Eliot

Un guerrero espiritual es alguien que ha comprendido que la principal batalla que hay que librar es contra los propios errores, y que la única conquista que vale la pena es la conquista de uno mismo. Su vía secreta es la autenticidad, estar presente en la realidad sin caer en el escapismo, el subterfugio o el engaño.

Ramiro Calle

 

Página Principal   Viaje interior