El secreto
para una forma sana de comer consiste en aprender a cambiar el estado de tu
mente. El zen de la alimentación es una invitación a transformar la avidez
emocional que crea los problemas alimentarios en un alimento espiritual que
genere paz interior.
Esta
especie de alimento procede de conectar con tus más profundos anhelos y tus
más apasionados deseos con sabiduría y compasión y puedes aprender a
llenarte con la mayor alegría y paz que surgen al cambiar el corazón.
El método
se basa en las enseñanzas de Buda, también denominado El gran médico y
sanador. Aunque Buda no sea conocido como una autoridad en problemas
alimentarios, su experiencia en la avidez del corazón y los desórdenes del
deseo es inigualable.
Esta
avidez emocional es causa de muchos y graves problemas y los problemas
alimentarios expresan tanto la profundidad como la gama de sufrimientos que
surgen cuando se ignoran las necesidades emocionales y se pasan por alto las
necesidades físicas.
Cuando nos
centramos en los placeres pasajeros que provienen de los excesos de los
sentidos, otros de nuestros aspectos se sienten insatisfechos. El objetivo
de Buda era hallar el modo de alimentar aquellas partes nuestras capaces de
experimentar una satisfacción duradera.
Buda definió
el sufrimiento como un voraz apetito de encontrar paz y seguridad en lugares
en los que no puede hallarse. En el contexto de la comida, esta paz y
seguridad pueden buscarse en tu peso, en tu aspecto, en la comida que
cocinas o comes fuera de casa.
El programa
de Buda para afrontar este voraz apetito y alcanzar la paz de la mente y del
corazón se conocen como las Cuatro Nobles Verdades.
La comida,
como es natural, es necesaria para el cuerpo, pero se ingiere un día y se
elimina al siguiente, mientras que el alimento para el corazón perdura
eternamente. En realidad, puedes considerar las Cuatro Nobles Verdades como
recetas para alimentar el corazón, porque son exactamente esto.
Tratan
sobre las diferentes clases y niveles de alimento espiritual capaces de
ofrecer un sentido de plenitud que ninguna otra comida por abundante que sea
puede igualar, tales como contenerse ante el placer es más nutritivo que
perseguirlo, la generosidad es más nutritiva que la inmoderación y no
apegarse a las cosas que amas es más nutritivo que apegarte a ellas.
He aquí un
breve resumen de las Cuatro Nobles Verdades y su relación con los problemas
alimentarios:
El sufrimiento existe -el problema-.
La Primera Noble Verdad reconoce que la vida es básicamente insatisfactoria
porque es frágil. Nada dura. Lo que tú peses o comas no pueden darte una
duradera nutrición porque siempre está cambiando.
La causa del sufrimiento es el apego al deseo -el
diagnóstico-. La Segunda Noble Verdad reconoce que
la causa del sufrimiento es la tendencia equivocada a apegarse al placer y a
rechazar el dolor. Pero cuanto más te apegues o rechaces, más sufrirás y más
hambriento te sentirás. La avidez emocional se vuelve más intensa y dolorosa
cuanto más luches contra ella.
El sufrimiento cesa al dejar de apegarte al deseo -el
pronóstico-. La Tercera Noble Verdad reconoce que
es posible liberarse del sufrimiento. La alcanzas dejando de apegarte al
deseo que te ata al inútil hábito de buscar alimento donde no puedes
encontrarlo. Lo que sacia tu avidez no es apegarte a lo placentero o
rechazar lo que no lo es, sino ser consciente de lo que ocurre.
El Noble Óctuple Sendero señala cómo abandonar los apegos y poner fin al
sufrimiento
-el plan de tratamiento-.
La Cuarta Noble Verdad contiene las recetas para el alimento emocional que
ofrece una satisfacción duradera. Las habilidades y cualidades que aprendes
en este sendero son el alimento para el corazón al que Buda se refería al
decir que esta clase de comida duraba eternamente.
El
alimento que surge de ser bondadoso con uno mismo y con los demás es la
clase de comida que permanece en ti. A diferencia del alimento físico que
llega y se va a pesar de las veces que te sientas lleno, la plenitud que
nace de afrontar las dificultades de frente crea una segura base de
confianza y de respeto hacia uno mismo que ni el dinero puede comprar ni la
comida física, dar.
Cualidades
tales como la integridad personal, la bondad y la honestidad no tienen
precio y sólo pueden hallarse en tu corazón.
Las Cuatro
Nobles Verdades pueden ayudarte a comprender qué es lo que son tus
problemas, por qué existen y cómo puedes liberarte de ellos.
Ronna
Kabatznick
Hay dos tragedias en
la vida, una es no conseguir lo que quieres y la otra es conseguir lo que
quieres.Con mucho la segunda es la peor: es una
verdadera tragedia.
Oscar Wilde
Aquél
que sabe cuando decir «basta» siempre tiene suficiente.
Lao-Tsé
Hoy me
comprometeré a no tener apego. Me permitiré y permitiré a aquellos alrededor
mío la libertad de ser como son. No impondré con rigidez mi idea de cómo
deben ser las cosas. No forzaré soluciones a los problemas, para no crear
más problemas. Participaré en todo con total desapego. Hoy incluiré lo
incierto como uno de los ingredientes esenciales de mi experiencia. Me
sentiré más seguro entre más inciertas parezcan las cosas, porque
lo incierto es mi camino hacia la libertad.
Deepak Chopra
Paladea el
vino puro que se sirve y no te importe si te han dado una copa sucia. Vende
tu inteligencia y compra perplejidad.
Rumi
Quisiera
decir lo que pienso y siento hoy, con la condición de que quizá mañana lo
contradiga todo.