LA ÚNICA MANERA DE CERRAR EL PASADO

 

 

Para mí es fundamental no sentirme víctima. No sirve de nada buscar culpables, perdono para vivir y librarme del pasado. Solo se puede mirar hacia atrás dando gracias o perdonando, ninguna otra emoción es válida. Es la única manera de cerrar el pasado. La queja y la ira son el veneno del alma.

No hay tiempo para el odio porque no hay paz sin perdón. Perdono para vivir. Creo en que algún día llegará la convivencia pacífica de todas las culturas.

El no perdonar no te ayuda, es un lastre en tu vida que te hace sentir infeliz, vulnerable, enfadado, triste, derrotado en parte, porque el que no perdona, vive con el corazón arrastrándolo.

Hay que perdonar a todo el mundo, pero no por ellos, por ti, para no envenenarte, para no pasarlo mal.

El único camino para pasar página y tener una vida plena es perdonar incluso perdonarte a ti porque a veces somos los mayores jueces de nosotros mismos, de nuestras actitudes, de nuestros errores, de nuestros fracasos. No pasa nada, todo el mundo se equivoca, todo el mundo se cae, levántate, pero no te machaques.

Perdónate, tú también tienes derecho a equivocarte, pide perdón, pero sobre todo perdónate a ti mismo porque si no vas a seguir siempre en ese círculo de sufrimiento. El perdón es básico, vital y fundamental para enfrentarte a cualquier cosa en la vida y sobre todo cuando hay alguien que te hace daño, a veces sin querer, si no le perdonas, vas a sufrir siempre, vas a llevar esa carga siempre.

La vida es fugaz, es un regalo maravilloso y que no la puedes perder sufriendo, maldiciendo, llorando ni odiando, por mucho que te pongan una bomba. No tienes que sufrir nunca porque eso es tiempo perdido. El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.

 

 

Tú decides, tú eliges, en tu mano está, puedes vivir siempre compadeciéndote, llorando y no lo superas nunca y vive siempre siendo una víctima o puedes elegir dejar de ser víctima, a ser responsable de tu vida.

El rencor hace daño a quien lo siente, a los terroristas no les llega nada de ese odio, al revés, se alegran de haberte contagiado su malestar, su ira, su veneno, pero si no lo consiguen, has ganado tú en vez de ellos.

La vida es un camino muy largo de aprendizaje y un regalo maravilloso que, si tú desprecias odiando o lamentándote o haciendo daño a otras personas, estás malgastando tu regalo.

No mirar al pasado, y si miras, sólo está permitido de dos formas: perdonando o agradeciendo.

A veces para superar el dolor, hay que reírse de él.

Aprendí a no dar poder sobre mí a cualquiera. Permíteme ejercer mi libertad de sentimientos.

No perdamos el tiempo en romper algo que luego cuesta muchos reconstruir.

Si quieres ser feliz un día véngate, pero si quieres ser feliz para siempre, tienes que perdonar. Tú eliges quedarte en ese sufrimiento y ser una desgraciada o avanzar. Si tú avanzas, el mundo avanza contigo.

Aquí habita una mujer vacía de rencor y llena de esperanza.

¿Quién no tiene algo o alguien a quien perdonar? Yo creo que el perdón es la base de tener una vida plena y feliz. Yo no perdono por ellos, por su tranquilidad, yo perdono por mi felicidad, mi tranquilidad, mi paz interior, por estar bien conmigo misma.

Cuando alguien te hace daño, se crea como un hilo invisible que va de ti a esa persona que te ha hecho daño y en cierta manera tú sigues tu vida, pero te sigue doliendo y entonces tienes a esa persona con ese vínculo en tu casa, en tu trabajo, en tu vida diaria, en tu familia. Cuando tú le perdonas, cortas el hilo, como con unas tijeras, con ese vínculo que te ha hecho daño y le dejas ir. No te imaginas la liberación que resulta de perdonar.

 

Irene Villa, víctima del terrorismo

 

 

     Página principal   El perdón