LAS MÁS PRECIOSA DE LAS JOYAS

 

 

 

 

 

        Cruzando el desierto, un viajero inglés vio a un árabe muy pensativo, sentado al pie de una palmera. A poca distancia reposaban sus camellos, pesadamente cargados, por lo que el viajero comprendió que se trataba de un mercader de objetos de valor, que iba a vender sus joyas, perfumes y tapices, a alguna ciudad vecina. 

 

Como hacía mucho tiempo que no conversaba con alguien, se aproximó al pensativo mercader diciéndole:

 

-Buen amigo, ¡salud! parecéis muy preocupado. ¿Puedo ayudaros en algo?

 

-¡Ay!, -respondió el árabe con tristeza, estoy muy afligido porque acabo de perder la más preciosa de las joyas.

 

-¡Bah!, -respondió el inglés, la pérdida de una joya no debe ser gran cosa para vos que lleváis tesoros sobre vuestros camellos, y os será fácil reponerla.

 

-¡¿Reponerla?! ¡¿Reponerla?!, -exclamó el árabe. Bien sé que no conocéis el valor de mi pérdida.

 

-¿Qué joya es, pues?, -preguntó el viajero.

 

-Era una joya, -le respondió el mercader, como no volverá a hacerse otra. Estaba tallada en un pedazo de piedra de la Vida y había sido hecha en el taller del Tiempo. Adornábanla veinticuatro brillantes, alrededor de los cuales se agrupaban sesenta más pequeños. Ya veis que tengo razón al decir que joya igual no podrá reproducirse jamás.

 

-A fe mía, -dijo el inglés, vuestra joya debía ser preciosa. Pero, ¿no creéis que con mucho dinero pueda hacerse otra igual?

 

-La joya perdida, -respondió el árabe, volviendo a quedar pensativo, era un día, y un día que se pierde no vuelve a encontrarse.

 

Leyenda árabe

 

 

 

Feliz es sólo el hombre bien templado que del hoy se hace dueño indiscutido, que al mañana increparle puede osado:

-Extrema tu rigor, que hoy he vivido.

 

Horacio

 

 

La vida es un cambio incesante. La única certidumbre es el hoy. ¿Por qué echar a perder la belleza de vivir hoy tratando de resolver los problemas de un futuro que se oculta tras el cambio y la incertidumbre, un futuro que, por más esfuerzos que haga, nadie puede ver o predecir?

 

Dale Carnegie

 

 

Todo cambia salvo la ley de los cambios así como no es posible entrar dos veces en el mismo río.

 

Heráclito

 

 

Este es el día hecho por el Señor; regocijémonos y alegrémonos en él.

 

Salmo 118

 

 

Hay dos cosas que deben perseguirse en la vida; la primera es conseguir lo que se quiere; tras esto, disfrutar de ello. Sólo los más sabios logran lo segundo.

 

Logan Pearsall Smith

 

 

 

 

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