EL DESEO QUE IMAGINAS ES LA SEMILLA |
Atraemos lo que pensamos. Si pensamos y vemos bondad y prosperidad, eso nos rodeará. Si moramos en lo negativo y en el sufrimiento, eso encontraremos.
Cada pensamiento es una oración. Cada pensamiento que pasa por nuestra mente es como una petición que le hacemos a Dios, quien siempre esté dispuesto a concedérnosla. Cuanto más elaboremos una idea, más probabilidad existe de que se manifieste en la forma de una experiencia. Podemos utilizar este principio en nuestro provecho, cuidando pensar en cosas que deseamos ver manifestadas como acontecimientos y experiencias.
La habilidad para atraer determinadas circunstancias posee implicaciones prácticas muy profundas. Significa que podemos utilizar nuestros pensamientos para crear la vida que deseamos o cambiarla para mejor. Significa que las cosas no tienen poder sobre nosotros, porque sabemos que sólo son la expresión de nuestros pensamientos, y nada más.
Una vida armoniosa nos habla de pensamientos armoniosos. Una vida turbulenta nos revela algún tipo de conflicto interno o una falta de resolución. Puede que creamos ser personas positivas y serenas, pero si observamos que existen problemas o conflictos en nuestras condiciones externas, debemos buscar en nuestro interior para ver qué tipo de negatividad aflora ahora o en el pasado.
Para saber lo que hay en tu subconsciente, no tienes que ir al psiquiatra o a una pitonisa. Sólo tienes que echar un vistazo a tu habitación, coche, casa, salud y relaciones. Son fotografías de tu subconsciente. Los eventos externos no son más que la piel y los huesos de los pensamientos internos, y para ejercer control sobre nuestras vidas, debemos tratarlos como una y la misma cosa.
Por esta razón, no es posible ser «una víctima de las circunstancias»: nosotros las traemos a nuestras vidas y después las acusamos de hacernos infelices. Por buenas o malas razones que sean, las situaciones que atraemos nacieron en nuestros pensamientos. En la profundidad de nuestro ser y a través de canales más sutiles de lo que nos percatamos, nos sentimos atraídos hacia personas que vibran en «la misma onda» que nosotros.
Debemos tener cuidado con lo que pensamos y atraer únicamente aquello que está en armonía con nuestras aspiraciones más elevadas. Si pensamos o rezamos por algo que no es más que un deseo transitorio, es probable que nos veamos obligados a enfrentarnos al objeto de deseo mucho después de que se haya desvanecido de nuestra conciencia.
Cuando algunas personas descubren la relación entre los pensamientos y los acontecimientos empiezan a preocuparse si piensan en algo negativo. Este tipo de ansiedad se produce cuando no se entiende bien el mecanismo implicado en la atracción de los acontecimientos. No es necesario preocuparse de los pensamientos pasajeros de desastre o fracaso, pues no tienen poder a menos que los alimentemos con el miedo. Lo que cuenta son los «habituales».
Morar continuamente en el mismo tipo de pensamientos, sentimientos o imágenes mentales nos condiciona. Si cultiva pautas mentales positivas, un poco de negatividad no tendrá poder suficiente para penetrar el campo positivo que has establecido.
Si en estos momentos te encuentras bajo circunstancias adversas, deja de pensar en ellas y, con el tiempo, saldrán de tu vida. Cuando dejamos de alimentar los malos hábitos y los condicionamientos con energía mental y emocional, acaban por desprenderse como una vieja postilla. Las circunstancias adversas no pueden sobrevivir cuando nos negamos a sustentarlas con energía emocional negativa.
Somos responsables innegables de nuestras vidas. Aceptar esta responsabilidad nos otorga la libertad de utilizar las leyes de la vida del modo que consideremos conveniente. A través de nuestros pensamientos y acciones podemos crear un Paraíso o un infierno. Empieza a generar tantos pensamientos positivos como puedas y presenciarás cambios milagrosos en tu vida. Piensa en el amor, el éxito y la felicidad, y tarde o temprano estas bendiciones vendrán a ti. Concéntrate en lo que te vas a transformar, no en lo que crees ser ahora, y así entrarás en una nueva esfera de conciencia: la de la bondad elegida.
La mayoría de las personas establecen su conciencia en el plano mental. Vemos la vida como pensamos que es, en vez de como es en realidad.
Nuestros pensamientos están continuamente creando o atrayendo el porvenir. No tenemos elección en cuanto a su creación, pero podeos decidir su contenido. Tomar las riendas del poder de la atracción nos abre las puertas a lo que podríamos denominar el «secreto» de la vida, si bien no hay nada esotérico al respecto. ¡Podemos cambiar nuestras vidas con solo cambiar los pensamientos! No necesitamos pasar por la laboriosa e imposible tarea de luchar, forcejear e intentar manipular las circunstancias de la vida.
Sólo tenemos que pensar diferente y de forma más productiva para que las circunstancias lo reflejen sin el menor asomo de dudas. Este principio puede parecer un secreto o algo oculto, porque la mayoría de la gente no cree que los pensamientos sean reales o que tengan efectos en las ocurrencias cotidianas. Si la gente creyese de verdad en el poder de la mente, el mundo sería la viva imagen de la armonía y la perfección. Un retrato de Dios.
La elección está en nuestras manos y siempre ha sido así. Tal vez vacilemos antes de aceptar nuestro poder, porque se nos ha enseñado a creer que el mundo externo es más poderoso e inmenso que nosotros, pero lo irónico de este punto de vista es que somos el mundo externo.
Si tus pensamientos están en armonía con la Verdad, todo lo que es Verdadero vendrá a ti. Si crees en lo ficticio, tu vida estará enturbiada por experiencias que confirman esa falta de leyes, ya que te niegas a ver la realidad de tus pensamientos originales. La vida florece para aquellos que ven flores en sus experiencias. Somos libres de atraer lo que elijamos, y no me cabe la menor duda de que todo lo que vemos es el resultado de los pensamientos que nos atraen.
Alan Cohen
Lo que es semejante a sí mismo es atraído.
Jerry Hicks
Lo que irradian hacia fuera en sus pensamientos, sentimientos, imágenes mentales y palabras, lo atraen a su vida.
Catherine Ponder
Nunca esperes una cosa que no quieras, y nunca desees una cosa que no esperas. Cuando se espera algo que no quieres, atraes lo indeseable, y cuando usted desea una cosa que no espera, sólo disipa la valiosa fuerza mental. Por otro lado, cuando usted constantemente esperar su deseo, su capacidad para atraer se vuelve irresistible. La mente es un imán y atrae lo correspondiente a su estado.
Dr. Raymond Holliwell
Todo pensamiento debe manifestarse de acuerdo a su intensidad. El menor pensamiento de la inteligencia pone en marcha una potencia en la Ley para producir una cosa correspondiente.
Ernest Holmes
Las emociones positivas y negativas no pueden ocupar la mente al mismo tiempo. Unas u otras deben dominar. Es su responsabilidad asegurarse de que las emociones positivas constituyan la influencia dominante de tu mente.
Napoleón Hill
Si no nos gusta lo que nos pasa en el mundo, todo lo que tenemos que hacer es cambiar nuestra conciencia ¡y el mundo exterior cambiará para nosotros!
Lester Levenson
Las actividades que observamos en el mundo externo son muy típicas de lo que ocurre en el mundo interior del hombre de pensamiento y sentimiento.
Charles Brodie Patterson
El hombre es un imán, y cada línea, punto y detalle de sus experiencias le llegan por su propia atracción.
Elizabeth Towne
Aprendemos las lecciones de la vida que hemos de aprender de dos maneras: a través de la obediencia de las leyes naturales, o a través de sufrir las consecuencias de no observar esas leyes. Ninguno de nosotros crea conscientemente el sufrimiento que experimentamos.
Karol Truman
Todo el proceso de riqueza mental, espiritual y material puede resumirse en una palabra: gratitud.
Joseph Murphy
Ya no sufro más la pobreza porque tomé posesión de mi propia mente, y esa mente me ha proporcionado todas las cosas materiales que quiero, y mucho más de lo que necesito. Pero este poder de la mente es universal y está disponible tanto para la persona más humilde como para la más grande.
Andrew Carnegie
Preocuparse por los milagros es comportarse como alguien intrépido, bien intencionado, inocente, y, en última instancia, invulnerable. Ella o él está atento interiormente a una orientación y sigue todos y cada uno de los impulsos hacia la acción amorosa y constructiva, aunque pueda parecer extraña e inapropiada al ego.
Carolyn Miller
Si plantamos una semilla en la tierra, sabemos que el sol brillará y la lluvia caerá, y dejamos que la Ley dé sus resultados. Bueno, el deseo que imaginas es la semilla, tu ocasional cierre de ojos en imágenes es el sol, y tu constante, aunque no ansiosa, esperanza es la lluvia y el cultivo necesarios para conseguir resultados absolutamente seguros.
Francés Larimer Warner