CARL JUNG: MÁS ALLÁ DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO

 

 

carl jung

 

 

-Sr. Jung, cuando usted decidió convertirse en médico, ¿tuvo dificultades con la formación y para aprobar los exámenes?

 

-Tuve dificultad, en particular, con ciertos docentes que no creían que yo pudiera escribir aquellos ensayos. Recuerdo un caso en el que el profesor tenía la costumbre de discutir los trabajos escritos por los alumnos. Primero tomaba los mejores y luego hablaba sobre los del resto de los alumnos. Y yo no aparecía y estaba preocupado. Pensé que era imposible que estuviera tan mal y cuando terminó dijo:

 

«Aún falta un trabajo y ese es el de Jung. Ese sería, de lejos, el mejor trabajo si él no lo hubiese copiado, él simplemente lo copió, lo robó, eres un ladrón y si supiera de dónde lo robaste, te expulsaría de la escuela».

 

-Yo estaba furioso y dije que ésta era una tesis en la que yo había puesto más de mí, ya que el tema me interesaba, en contra de los otros temas que no eran en absoluto interesantes para mí y entonces dijo:

 

«Eres un mentiroso y si podemos probar que robaste este trabajo, entonces, estás fuera de la escuela».

 

-Ahora, eso fue algo muy serio para mí, porque ¿qué hubiera hecho entonces? Odié a ese sujeto. Ese fue el único hombre que pude haber matado si lo hubiese encontrado en alguna esquina. Le hubiese mostrado de lo que yo era capaz de hacer.

 

-¿Tenía usted pensamientos violentos con respecto a las personas cuando era joven

 

-No, no exactamente, sólo cuando me enfurecía. Entonces pegaba.

 

-¿Y se enfurecía a menudo?

 

-No tanto. Pero cuando lo hacía era para bien.

 

-¿Era fuerte y grande, supongo?

 

-Sí, era bastante fuerte. Yo era capaz de ser violento, lo sé, sentía un poco de miedo por ello, entonces realmente trataba de evitar situaciones críticas porque no confiaba en mí mismo. Una vez fui atacado por siete niños y enloquecí, le pegué a uno y lo zarandeé por las piernas y derribé a cuatro de ellos, entonces quedaron satisfechos.

 

-¿Hubo consecuencias de ello?

 

-¡Oh, debería decir que sí! A partir de entonces siempre fui sospechoso de estar detrás de cualquier problema, no lo estuve pero ellos tenían miedo y nunca más fui atacado.

 

-¿Qué tipo de educación religiosa recibió de su padre?

 

-Oh, bueno, éramos luteranos.

 

-¿Lo hacía ir a la iglesia en forma regular?

 

-Sí, claro, todos íbamos la iglesia los domingos.

 

-¿Y usted creía en Dios?

 

-Oh, sí.

 

-¿Usted ahora cree en Dios?

 

-¿Ahora? Es difícil responder. Yo sé. No tengo necesidad de creer. Yo sé.

 

Dr. Richard Evans

 

carl jung

 

 

Una cosa es cierta: un gran cambio en nuestra actitud psicológica es inminente. Eso es una certeza, porque necesitamos más psicología, necesitamos más del entendimiento de la naturaleza humana porque el único peligro real que existe es el hombre en sí mismo. Él es el gran peligro y nosotros no tenemos ni idea de ello. No sabemos nada sobre el hombre, sólo muy poco. Su psique debería estudiarse, porque nosotros somos el origen de todo el mal que está por venir.

 

La muerte es, psicológicamente hablando, tan importante como el nacimiento y es una parte integral de la vida. La muerte es un final pero no estamos del todo seguros acerca de este final porque usted sabe que están estas facultades de la psique que no están completamente confinadas al espacio y el tiempo. Usted puede tener sueños y visiones sobre el futuro, puede ver lo que hay a la vuelta de una esquina y este tipo de cosas. Sólo los ignorantes niegan estos hechos que son tan evidentes en su existencia y que siempre han existido. Ahora, estos hechos muestran que la psique, al menos en parte, no depende de estas limitaciones. Cuando la psique no se encuentra bajo esa obligación de vivir sólo en el tiempo y el espacio y, obviamente no lo hace, entonces la psique hasta cierto punto no está sujeta a esas leyes y eso implica una continuación práctica de la vida, de algún tipo de existencia psíquica, más allá del tiempo y del espacio.

 

carl jung y su familia

 

Debemos mirar a la muerte como un objetivo; evadirla es evadir parte de la vida y hace que uno pierda su objetivo. He tratado a muchas personas muy mayores y es muy interesante lo que su inconsciente está haciendo con el hecho de que están aparentemente amenazados por una muerte terminante; éste le resta importancia, la vida actúa como si siguiera por siempre y por eso yo pienso que es mejor que una persona mayor siga viviendo, que espere ansioso el día siguiente como si tuviera que vivir varios siglos, entonces, de esa forma va a vivir correctamente. Pero cuando tiene miedo, cuando no tiene objetivos sino que mira hacia el pasado, entonces se petrifica, se pone rígido y muere antes de que le llegue su hora. Pero si mira hacia el futuro, hacia la gran aventura que está frente a él, entonces él vive, y eso es lo que el inconsciente está tratando de hacer. Por supuesto que es bastante obvio de todos vamos a morir, y es que éste es el triste final de todo pero, de todos modos, hay algo en nosotros que no lo cree así. Al menos aparentemente pero esto es meramente un hecho, un hecho psicológico. Eso no significa para mí que eso pruebe algo, eso simplemente es así. Cuando usted piensa de determinada manera, usted puede sentirse realmente mejor y opino que si usted piensa igual que las líneas de la naturaleza, entonces estará pensando correctamente.

 

El hombre no soporta para siempre su anulación. En algún momento habrá una reacción y veo que ésta se está iniciando. Cuando pienso en mis pacientes, todos van en busca de su propia existencia en contra de la completa atomización hacia la nada o la insignificancia. El hombre no puede soportar una vida insignificante.

 

Cuando observas el mundo ves personas, ves casas, ves el cielo, ves objetos tangibles, pero cuando observas tu interior ves imágenes móviles. Un mundo de imágenes conocidas en general como fantasías. Sin embargo, estas fantasías son hechos. Es un hecho que un hombre tenga tal y tal fantasía; y es un hecho tan tangible que cuando un hombre tiene cierta fantasía, otro hombre puede perder su vida o un  puente puede ser construido. Estas cosas eran todas fantasías. Todo lo que se ve aquí, los aparatos, empezaron como fantasías y la fantasía tiene su propia realidad. No debemos olvidarlo. La fantasía no es igual a nada. Por supuesto no es un objeto tangible, pero no deja de ser un hecho. Es una forma de energía aunque no podamos medirla. Es la manifestación de algo. Y eso es una realidad. Es tan real como, por ejemplo, el Tratado de Paz de Versailles, o algo así. Ya no existe, no puedes mostrarlo, pero ha sido un hecho. Por eso, los elementos psíquicos son hechos, son realidades. Y cuando observas el fluir de imágenes interiores, ves un aspecto del mundo, del mundo interior.

 

Carl Jung y Sigmund Freud

 

El hombre nace con un cierto funcionamiento, un cierto modo de funcionar, un cierto patrón de conducta, y eso se expresa en forma de imágenes arquetípicas, de formas arquetípicas, por ejemplo, el modo en que un hombre debería comportarse sigue incluso un arquetipo. Y por eso los primitivos narran sus historias, gran parte de su educación se basa en contar historias.

 

Si uno es inconsciente de ciertas cosas que deberían ser conscientes, entonces uno está disociado. Y así, será un hombre cuya mano izquierda nunca sabrá lo que hace la derecha y contraría o interfiere con la mano derecha. Un hombre así siente trabas en todos lados.

 

Así como toda planta crece de una semilla y deviene, al fin, por ejemplo en un roble, así un hombre se convierte en lo que ha nacido para ser. Debería llegar allí, pero la mayoría se queda atascada. Podrían llegar mucho más lejos si hubiesen oído las cosas apropiadas o si hubiesen dedicado el tiempo necesario a sí mismos. Pero no es popular dedicar tiempo a uno mismo, porque nuestro punto de vista es enteramente extrovertido.

 

Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia fuera sueña y quien mira hacia adentro despierta.

 

El hombre siempre ha vivido en el mito, y ahora creemos que podemos nacer y vivir sin mitos y sin historia. Eso es una mutilación del ser humano. Lo que necesitamos es el desarrollo del hombre espiritual interior, el individuo único cuyo tesoro está oculto en los símbolos de nuestra tradición mitológica y en la psiquis inconsciente del hombre.

 

El «Yo» es meramente un término que describe la totalidad de la personalidad. La personalidad total del hombre es indescriptible. Su conciencia puede describirse, su inconsciente no puede describirse, porque el inconsciente y debo repetirlo, siempre es inconsciente y es realmente inconsciente, realmente no lo sabe. Por eso no conocemos nuestra personalidad inconsciente. Tenemos pistas, tenemos ciertas ideas, pero no lo conocemos realmente. Nadie puede decir donde termina el hombre. Esa es la belleza del tema. Es muy interesante. El inconsciente del hombre puede llegar Dios sabe donde, ahí haremos grandes descubrimientos.

 

El hombre no está sólo gobernado por el instinto sexual, hay otros instintos también. El instinto nutricional es tan importante como el sexual. En sociedades primitivas la sexualidad tiene un papel menor que la comida. La comida es el deseo más grande. El sexo lo pueden tener en cualquier momento, no son tímidos. Pero la comida es difícil de obtener. Y, por tanto, es el mayor interés. En otras sociedades el poder tribal es más importante que la sexualidad. Hay muchos hombres de negocios que son impotentes porque toda su energía va dirigida a hacer dinero o a dictar leyes para todo el mundo. Les interesa más que las relaciones con las mujeres. Es una de las dos maneras de mirar la realidad, haces de la realidad un objeto de placer si ya eres lo suficientemente poderoso, o haces de ella un objeto de deseo para conseguirla, para poseerla.

 

Las sensaciones nos dicen que hay algo. El pensamiento, hablando en general, nos dice qué es. Los sentimientos nos dicen si es agradable o no, si es aceptado no rechazado y la intuición es una dificultad. No sabemos cómo funciona la intuición. Un hombre tiene una intuición y no podemos decir qué es exactamente o de dónde viene. A veces podemos averiguar cómo funciona algo encontrando los enlaces intermedios. Es una percepción de enlaces intermedios y sólo obtenemos el resultado de la cadena de asociaciones. A veces podemos averiguarlo, pero normalmente no. La intuición es una percepción a través del inconsciente. Es una función muy importante porque si vivimos en condiciones primitivas, es probable que sucedan hechos impredecibles. Y necesitamos la intuición porque no podemos decir utilizando las percepciones, los sentidos, lo que va a suceder.

 

Cuando hablas con un individuo y esa persona te permite observar sus preocupaciones internas, intereses, emociones, es decir, te transmite sus complejos personales, entonces, entras lentamente en la situación realmente de una especie de autoridad. Te conviertes en un punto de referencia. Tienes posesión de todas las cosas importantes del desarrollo de una persona. Lo que las personas transmiten no son meramente cosas indiferentes. Cuando son emocionalmente importantes, entonces salen por sí mismas. Dejan salir un gran valor emocional como si te confiaran mucho dinero, como si te confiaran la administración de su estado. Y están en tus manos. Muchas veces, oigo cosas que podrían arruinarle la vida a la gente si yo las contara o me proporcionaría, si yo tuviera tendencias chantajistas, un poder ilimitado para chantajearles. Esto crea una relación emocional con el analista. Es como si esas personas te hubieran entregado su existencia entera. Eso puede tener efectos muy peculiares en el individuo. Pueden odiarte por ello, pueden amarte por ello, pero no le eres indiferente. Entonces se crea una especie de relación emocional entre el paciente y el médico. Entonces, cuando ellos entregan tales materiales, estos contenidos están asociados con todas las personas importantes de la vida de un paciente. Normalmente las personas más importantes son los padres. Eso viene de la infancia. Los primeros problemas son con los padres. Por lo tanto, al sacar a la luz los recuerdos infantiles sobre el padre o la madre, sacas a la luz las imágenes del padre o madre. Así es como si el médico ocupara el lugar del padre, incluso de la madre. Muchos de mis paciente me llaman «madre Jung» porque han sacado la imagen de la madre. Independientemente de la personalidad del analista se crea un vínculo y funciona como si fuera la madre o el padre o la autoridad central. A eso se le llama «transferencia». Es un caso concreto de proyección. Así que se entregan ellos mismos con la esperanza que yo pueda tragar sus cosas y digerirlas por ellos. Por eso estoy en una posición de poder y tengo una gran autoridad.

 

La palabra «creer» es para mí algo muy difícil. Yo no creo. Yo debo tener una razón para una hipótesis determinada. Y, si yo sé una cosa, entonces como la sé, no tengo que creer en ella. Yo no me permito creer en nada sólo por el hecho de creer. ¡No puedo creer! Pero si hay razones suficientes para creer una hipótesis debo aceptar, naturalmente, estas razones. Debo decir que reconozco la posibilidad de tal o cual cosa.

 

Carl Jung (1875-1961)

 

Carl Jung

 

 

 

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