SÓLO EN LAS MISTERIOSAS ECUACIONES DEL AMOR

 

 

Cumplidos los 50 años y  cercana la jubilación a los 55, quise conservar un recuerdo del sitio donde me sentí realizada profesionalmente. Frente a la entrada crecían unas pequeñas rosas silvestres. Corté varios gajos que con ingenua alegría sembré a la puerta de mi casa.
 
Al mirarlos cada día, recordaría a mis antiguos amigos, las cientos de cuartillas escritas, el entorno que me rodeó por más de dos décadas. Aquellos gajos recibían el agua y el amor de mis manos. Llegué acariciar los primeros botones.
 
Dos años después de la siembra me quedaba completamente ciega. Un año más tarde me mudaba de aquella casa. Supe que los nuevos vecinos sustituyeron mis rosas silvestres por rosas de marca. Aquel anhelo, sustentado en una visión individual del futuro, no se realizó. El mañana no está en nuestras manos.
 
Sin embargo, es innegable que nuestros actos cotidianos influyen en el después. La acción de cortar aquellos gajos, sembrarlos y cuidarlos, me colmaron  de felicidad  en aquel lejano hoy. Fueron instantes bien aprovechados. El resultado soñado no fructificó  en la forma prevista pero si rindió provecho en la acción y la experiencia  brindada.
 
Cuando arribaron los nuevos vecinos, sólo observaron aquellas flores silvestres. Desconocían lo oculto en aquellas diminutas rosas de pétalos rosados. Ese secreto me pertenecía. Ellos estaban en plena libertad de obrar. Cada cual ondee  la bandera de su felicidad.  Yo supe ondear la mía.

Ilse Bulit, periodista cubana
 
 
Miró al cielo de nuevo y se dio cuenta de que no son las estrellas las que crean la luz, sino que es la luz la que crea las estrellas. Y supo que todo lo que existe es un ser viviente, y que la luz es la mensajera de la vida, porque está viva y contiene toda la información.
 
Entonces se dio cuenta  de que, aunque estaba hecho de estrellas, él no era esas estrellas. Todo lo que existe es una manifestación del ser viviente al que llamamos Dios. Todas las cosas son Dios, la percepción humana es sólo luz que percibe luz.
 
La materia es un espejo, todo es un espejo que refleja luz y crea imágenes de esa luz, y el mundo de la ilusión es tan sólo como un humo que nos impide ver lo que realmente somos. Lo que realmente somos es puro amor, pura luz.
 
Este descubrimiento cambió su vida. Una vez supo lo que en verdad era, miró a su alrededor y vio a otros seres humanos y al resto de la naturaleza; y le asombró lo que vio. Se vio a sí mismo en todas las cosas. Se sentía entusiasmado y su corazón rebosaba paz.
 
Estaba impaciente por revelar a su gente lo que había descubierto. Pero no había palabras para explicarlo. Intentó describirlo  los demás, pero no lo entendían. Vieron que había cambiado, que algo muy bello irradiaba de sus ojos y de su voz. Comprobaron que ya no emitía juicios sobre nada ni nadie. Ya no se parecía a nadie.
 
Él los comprendía a todos, pero a él nadie lo comprendía. Había descubierto que era un espejo en el que podía verse a sí mismo. Se veía en todos, pero nadie se veía a sí mismo en él. Y comprendió que todos soñaban pero sin tener conciencia de ello, sin saber lo que realmente eran.
 
No podían verse a ellos mismos en él porque había un muro de niebla o humo entre los espejos; la materia es un espejo y el humo que hay en medio es lo que nos impide saber qué somos.
 
Dr. Miguel Ruiz
 
 
 
¿Y si durmieras? ¿Y sí, en sueños, soñaras? ¿Y sí, en el sueño, fueras al cielo y allí cogieras una extraña y hermosa flor? ¿Y sí, al despertar, tuvieras esa flor en la mano?
 
Samuel Taylor Coleridge
 
 

Somos el puente hacia el infinito, arqueado sobre el amor, buscando aventuras para nuestro placer, viviendo misterios, eligiendo desastres, triunfos, desafíos, apuestas imposibles, sometiéndonos a prueba una y otra vez, aprendiendo el amor. A veces nos volvemos locos porque olvidamos que somos diferentes, porque el amor no es una competencia para que cada uno supere la fuerza del otro, sino una cooperación que necesita de esas diferencias.
 
Richard Bach
 
 
Cada uno de nosotros tiene muchas opciones, y en cada momento de nuestra vida podemos volver a optar. No tenemos por qué ser eternamente víctimas de nuestro medio. Pero para encontrar otra manera, debemos esforzarnos por no actuar a partir de reacciones reflejas que estén basadas en nuestras experiencias y nuestro condicionamiento pasados. Podemos optar por mirar dentro de nosotros mismos cada día, para ver si nos queda algún residuo de miedo, censura, rencor y odio. Si lo encontramos, podemos optar por cambiar nuestra mente y desprendernos de los pensamientos negativos y enjuiciadores. Estas nuevas opciones cambian nuestra vida. Podemos elegir, en cualquier momento, tomar la resolución de crear un presente que no esté determinado por las oscuras sombras del pasado temible y doloroso. Podemos elegir un presente que esté basado en el amor y el perdón. Podemos recordarnos a nosotros mismos que la tranquilidad de espíritu sólo se convertirá en realidad si neutralizamos los juicios negativos que hacemos unos sobre otros y si creemos en la igualdad con todo el corazón. La tranquilidad de espíritu no será nuestra hasta que tengamos el mismo interés por los demás que por nosotros mismos. Cuando cada uno de nosotros ve la luz de los demás, el poder del milagro del amor entra en nuestras vidas. Cuando eso suceda, cuando comencemos a cambiar nuestra mente, también cambiará nuestra vida.
 

Gerald Jampolsky

 
 
Quiero decirte mi secreto ahora. Veo a la gente muerta. Caminando como gente normal. Ellos no se ven entre sí. Sólo ven lo que quieren ver. No saben que están muertos. Los veo todo el tiempo, están en todas partes.
 
Haley Joel Osment «Sexto sentido»
 
 
 
Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve.
 
John Lennon
 
 
Cuando estoy en el escenario siento a la gente, siento el amor, siento a Dios. Creo en Dios como fuente y único principio de todo. Dios nos quiere. Dios es amor y el amor está dentro de todo lo que existe. Las personas somos amor.
 
Lenny Kravitz, cantante
 
 
 
Yo siempre he creído en los números, en las ecuaciones y lógicas que llevan a la razón. Pero tras una vida de tales actividades pregunto: ¿qué es verdaderamente la lógica? ¿quién decide qué es la razón?. Mi búsqueda me ha llevado a través de lo físico, lo metafísico, lo alucinatorio y de regreso. Y he hecho el descubrimiento más grande mi carrera, el descubrimiento más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede uno encontrar lógica o razón. Sólo estoy aquí esta noche por ti, Alice. Tú eres la razón por la que soy. Tú eres todas mis razones.
 
John Forbes Nash, Premio Nobel de Economía
 
 
 

Si es que desean estudiar mis escritos, que se fijen atentamente en aquellos pasajes en los que sé que el poder de Dios hablaba a través de mí y los utilicen para bien de sus propias vidas. Ha habido momentos en que he sentido que me estaba convirtiendo en el portador de la voluntad de Dios. A menudo he sido tan impuro, tan lleno de pasiones personales, que la luz de esta verdad se ha visto oscurecida por mi propia oscuridad, y, sin embargo, esta verdad ha pasado por mí y ésos han sido los momentos más felices de mi vida.
 
Leon Tolstoi
 
 
 

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