SIEMPRE HE ESTADO DISPUESTO A AYUDARTE

 

 
 
 
 

Siempre he estado dispuesto a ayudarte. Y lo estoy ahora. No tienes por qué encontrar las respuestas por ti mismo. Nunca has tenido por qué.

 

Realiza la acción que quieres que lleve consigo el nuevo pensamiento . Luego pronuncia las palabras que quieres que lleve consigo tu nuevo pensamiento. Hazlo bastante a menudo, y enseñarás a tu mente a pensar de una nueva manera.

 

Un auténtico líder no es aquel que cuenta con más seguidores, sino aquel que crea más líderes.

 

Vuestras ideas respecto a lo correcto y lo equivocado son sólo eso: ideas. Son pensamientos que constituyen la forma y crean la sustancia de Quienes Sois. Sólo habría una razón para cambiar alguna de ellas; sólo un propósito para alterarlas: si no sois felices siendo Quienes Sois.

 

Sois inmortales. Nunca morís. Simplemente cambiáis de forma.

 

Dios pide únicamente que te incluyas a ti mismo entre aquellos a quienes amas.

 

No podéis experimentaros a vosotros mismos como lo que sois hasta que os hayáis enfrentado a lo que no sois. Éste es el propósito de la teoría de la relatividad y de toda la vida física. Por eso es por lo que no sois tal como vosotros os habéis definido.

 

Yo diría que son vuestros juicios los que impiden vuestra alegría, y vuestras expectativas las que os hacen infelices.

 

Deja que cada alma siga su camino.

 

La vida no tiene nada de espantoso si no te preocupas por los resultados.

 

Vuestra percepción de la realidad última es más limitada de lo que creéis, y la Verdad es más ilimitada de lo que podéis imaginar.

 

La gente supone que, si Dios hablara directamente con uno, su voz no sonaría como la del vecino de al lado.

 

La salud mejorará casi en el mismo momento en que cese la preocupación.

 

En la medida en que alberguéis la noción de que hay algo o alguien ajeno que «os hace algo» a vosotros, perderéis la capacidad de actuar por vosotros mismos.

 

El deseo es el principio de toda creación. Es el primer pensamiento. Es un sentimiento grandioso en el alma. Es Dios, decidiendo qué va a crear.

 

No tienes un objetivo claro; no estás realmente seguro de qué es para ti lo verdadero. Y el universo viene a ser como una gran fotocopiadora: simplemente produce una serie de copias de tus pensamientos. Ahora bien: sólo hay una manera de cambiar todo esto. Tienes que cambiar tu pensamiento sobre ello.

 

Las expectativas arruinan la relación.

 

¿Imaginas que Dios no disfruta con una buena broma? ¿Creéis que Dios carece de sentido del humor? Deja que te diga algo: Dios inventó el humor.

 

No hay ninguna necesidad de que te recrimines a ti mismo. Sencillamente observa lo que has estado eligiendo, y elige de nuevo.

 

Puedes elegir ser una persona que ser producto simplemente de lo que haya acontecido, o de lo que hayas elegido ser y hacer en función de lo que haya acontecido.

 

Sólo cuando digáis «yo hago esto» podéis hallar la fuerza necesaria para cambiarlo.

 

El objetivo de la relación no es tener a otra persona que te complete, sino tener a otra persona con la que compartir tu completitud.

 

No condenes todo aquello que llamarías malo en el mundo. En lugar de ello, pregúntate qué es lo que consideras malo y, en su caso, qué puedes hacer para cambiarlo.

 

Cada circunstancia es un don, y en cada experiencia se oculta un tesoro.

 

No nos atrevemos a resolver todos los problemas, pues en ese caso no nos quedaría nada que hacer.

 

No juzgues, ni condenes puesto que no sabes por qué ocurren las cosas, ni con qué fin.

 

Sentirse culpable es una respuesta aprendida.

 

Tu primera relación debe ser contigo mismo.

 

Lo que sucede es meramente lo que sucede. Pero lo que uno piense de ello es otra cuestión.

 

La manera de reducir el dolor que asocias con las experiencias y acontecimientos de la tierra, tanto tuyos como de los demás, es cambiar el modo de percibirlos.

 

Hacemos real aquello a lo que prestamos atención.

 

¿Imaginas acaso que se trata de un problema demasiado grande como para que Yo pueda resolverlo? Ya veo, entonces es una cuestión de fe: no pones en cuestión Mi capacidad de hacerlo; simplemente dudas de Mi deseo.

 

Cuando tengas un pensamiento que no cuadre con tu más alta visión, cámbialo por otro nuevo, inmediatamente. Cuando digas algo que no se ajuste a tu más grandiosa idea toma nota de no volver a decir de nuevo nada semejante. Cuando hagas algo que no cuadre con tu mejor intención, decide que ésa sea la última vez que lo haces.

 

En el verdadero orden de las cosas no se hace algo para ser feliz, sino que se es feliz y, en consecuencia, se hace algo.

 

Todo lo «malo» que sucede es por vuestra elección. El error no está en elegirlo, sino en calificarlo de malo.

 

Hacer es una función del cuerpo. Ser es una función del alma.

 

No hay ninguna coincidencia, y nada sucede «por accidente». En el universo no existen las casualidades.

 

No comprendes tu poder. Te lo aseguro: tu vida se desarrolla según tus intenciones sobre ella.

 

El alma concibe, la mente crea, el cuerpo experimenta. Así, el círculo queda completo. El alma, pues, se conoce a sí misma en su propia experiencia.

 

Tú siempre obtienes lo que creas, y constantemente estás creando.

 

Las leyes son muy sencillas: el pensamiento es creador, el temor atrae a la energía semejante y el amor es todo lo que hay. Aquello que más temas es lo que experimentarás. Lo que más teméis es lo que más os atormentará. El temor lo atraerá hacia vosotros como un imán.

 

Aquello ante lo cual abras los ojos y lo mires, desaparecerá; es decir, dejará de mostrar su forma ilusoria.

 

Aquello a lo que te resistas, persistirá. El acto de resistirse a una cosa es el acto de darle vida; cuanto más te resistas a algo, más real lo harás, sea lo que sea aquello a lo que te resistas.

 

Nada se mantiene igual, nada permanece estático. De qué manera cambie, es algo que depende de ti.

 

Desde el principio de los tiempos, todo hombre ha deseado siempre amar y ser amado. Y desde el principio de los tiempos, el hombre ha hecho todo lo que estaba en su mano para que eso resultara imposible.

 

Me dices que no siempre has obtenido lo que querías. Pero te diré que siempre has obtenido lo que has provocado. Tu vida es siempre el resultado de tus pensamientos acerca de ella.

 

Nada ocurre en nuestra vida sin que primero haya sido un pensamiento. Los pensamientos son como imanes, que atraen sus efectos sobre uno.

 

Empieza por quedarte en silencio. Silencia el mundo exterior, de modo que puedas ver el mundo interior.

 

Todo pensamiento humano, toda acción humana, se basa o bien en el amor, o bien en el temor: no existe ninguna otra motivación humana.

 

La ironía de la vida es que, en cuanto los bienes y el éxito mundanos dejan de preocuparte, éstos empiezan a fluir hacia ti.

 

El sufrimiento no tiene nada que ver con los acontecimientos, sino con cómo reacciona uno ante ellos.

 

Si un copo de nieve es tan sumamente perfecto en su diseño, ¿no crees que puede decirse lo mismo de algo tan magnífico como vuestra vida?

 

Neale Donald Walsch

 

 

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