La extraordinaria sabiduría de William Blake, el poeta y grabador inglés del siglo XVIII, ha transformado la obra de su vida en una inagotable fuente de inspiración.
Nació en el seno de una familia de comerciantes londinenses y no recibió educación formal. En el momento de su muerte, sucedida a los 70 años, había creado una amplia obra poética y gráfica que no sólo hablaba del orden del universo, sino también de los tumultuosos acontecimientos que
acompañaron las revoluciones democráticas en Francia y Estados Unidos.
En el curso de su vida, Blake, artista y defensor de la libertad, percibió una presencia continua de compasión y amor divinos que lo iluminó incluso en los peores momentos de sufrimiento y dolor.
El día de su muerte, llamó a su esposa y le dijo:
-Kate, has sido una buena esposa. Quiero hacerte un retrato.
Según la crónica del momento, Kate se sentó junto a la cama y su esposo bosquejó el retrato mientras entonaba el Aleluya y otros himnos
religiosos. Cantaba en voz alta, con verdadera pasión, y parecía feliz de haber terminado su viaje y de estar cerca de la Meta.
Poco antes de morir, su semblante palideció. Sus ojos brillaron y comenzó a cantar sobre las cosas que veía en el cielo.
Richard Reoch
No llores junto a mi tumba;
yo no estoy allí. No estoy dormido.
Soy un millar de vientos que soplan.
Soy el diamante que brilla en la nieve
Soy la luz del sol sobre el trigo maduro.
Soy la suave lluvia de otoño
cuando despiertas en la quietud de la mañana,
soy el rumor de las alas de los pájaros
que vuelan rápida y silenciosamente en círculos.
Soy las estrellas tenues que brillan por la noche.
No llores junto a mi tumba.
Yo no estoy allí; no he muerto
Mary
Elizabeth Frye
Vive tu efímero momento según la ley de la naturaleza y recibe con serenidad el final del viaje, como una oliva que cae cuando está madura: bendiciendo a la rama que la sostuvo y agradeciendo al árbol que le dio la vida.
Marco Aurelio
Me preparo para partir. ¿Cómo lo hago? Librándome de las cargas y pecados que tan fácilmente me acechan, aligerando mi peso para el vuelo.
Willie May Ford Smith
Quiero pensar que cuando muera me habré entregado como un árbol que deja caer sus semillas cada primavera y no repara en la pérdida, porque no hay tal pérdida, sino una contribución a la vida futura. Es la naturaleza del árbol. Aunque sus raíces son fuertes, regala su tesoro al
viento.
May Sarton
Las personas a las que les
aterra la idea de morir en realidad tienen un gran anhelo de vida, pero no
se atreven a vivirla según les dicta su corazón. Por eso temen morir: porque
les causa amargura abandonar este mundo sin haber cumplido con su misión.
Alex Rovira
Os aseguro que es una bendición estar junto a un moribundo. La muerte no tiene por qué ser una experiencia triste y desagradable. Por el contrario, permite sentir amor y muchas cosas maravillosas. Si fuéramos capaces de transmitir lo que aprendemos sobre la muerte a nuestros hijos y
conocidos, quizás el mundo volvería a convertirse en un paraíso. Creo que éste es el momento de empezar.
Elisabeth Kübler-Ross
Todas las frutas maduras, inmediatamente antes de caer, adquieren un color intenso. Lo mismo ocurre con las hojas, con el cielo antes del anochecer y con el año antes de llegar a su fin.