LA VICTORIA SOBRE UNO MISMO

 

 

 

 

 

 

La ley de la práctica establece que, si repites lo bastante a menudo un pensamiento o una acción, dicho pensamiento o acción se convierte en un nuevo hábito. Por tanto, puedes desarrollar cualquier hábito que consideres deseable o necesario.

 

Puedes llegar a ser la clase de persona que quieres ser con tan sólo disciplinarte en el sentido de pensar y actuar en un estilo que sea compatible con tus nuevos y altos ideales; y ello el tiempo suficiente para que estos ideales lleguen a convertirse en nuevos hábitos. Es así como evolucionas hacia una persona nueva y mejor.

 

Dado que tu mundo exterior se corresponde con tu mundo interior, en cuanto comiences a desarrollar unos modos más constructivos de pensamiento y conducta, la gente y las situaciones de tu alrededor comenzarán a cambiar, a veces de la forma más extraordinaria e inesperada.

 

Tu capacidad para hacerte con el control de tu mente para así pensar la clase de pensamientos que te conducen a los resultados apetecidos es el punto de partida del proceso que te permitirá alcanzar la libertad plena, la felicidad y la autoexpresión.

 

 

La ley de las emociones se formula diciendo que el cien por cien de las decisiones y sus acciones subsiguientes están basadas en los aspectos emocionales de la personalidad. Una persona no es como generalmente se cree, muy sentimental, poco sentimental o el noventa por ciento sentimental y el diez por ciento lógica; el ser humano es completamente sentimental. Cada cosa que hacemos está basada en algún aspecto emocional.

 

Tus emociones son las fuerzas energéticas que están detrás de tus pensamientos. Cuanto más intensamente sientas algo, más grande será el efecto que ese pensamiento o circunstancia tenga en tu vida. Las emociones son como la corriente eléctrica o el fuego que, dependiendo de cómo se utilicen, pueden constructivas o destructivas.

 

Hasta no llegar a comprender este punto, solemos pensar en muchas y variadas ocasiones, que hacemos lo que es lógico, lo que es práctico o lo que tiene sentido. En realidad, nos hallamos bajo una fuerte influencia de nuestras emociones, especialmente cuando no nos detenemos a pensar cuáles son los aspectos emocionales que predominan en una decisión o situación concreta.

 

Hay dos categorías fundamentales de emociones, las provocadas por el deseo y las originadas en el temor. La mayor parte de lo que haces, o no haces, está determinado por sentimientos pertenecientes a una u otra categoría . Y las cosas que haces, o te abstienes de hacer, por temor, superan en mucho al número de cosas que haces por deseo.

 

Hay muchas personas inmovilizadas por temores de todas clases pero por encima de todo temen el fracaso y el rechazo hasta el punto de que prefieren llevar una vida de tranquila desesperación a arriesgarse a llevar a la práctica algunos de sus temores y viven de esta forma gran parte de su vida.

 

Cuanto más deseas o temes algo, más posibilidades tienes de atraerlo hacia la órbita de tu existencia. Un pensamiento sin una emoción detrás carece de poder para influenciarte de un modo u otro. Una emoción sin un pensamiento que la guíe puede causar frustración e infelicidad.

 

Pero cuando tienes un pensamiento nítido, ya sea positivo o negativo, acompañado de un intenso sentimiento de temor o deseo, comienzas a arrastrar lo que sea hacia ti.

 

Por eso es tan importante para ti mantener tus pensamientos sobre las cosas que quieres y apartarlos de las cosas que temes. Las personas felices y efectivas reconocen el poder de sus pensamientos y hacen todo lo posible por conservarlos positivos y constructivos.

 

Tu mente es tan poderosa que debes controlarla con gran firmeza para que siempre te lleve en la dirección que quieres o, de lo contrario, te llevará por derroteros que te alejarán de tus deseos.

 

Brian Tracy

 

 

No me interesa lo que haces para ganarte la vida. Quiero saber cuál es tu dolor,  y si te atreves a soñar
que te permites encontrar lo que tu corazón añora.


No me interesa cuántos años tienes. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños o por la aventura de estar vivo.


No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna. Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has encogido y cerrado por el temor de sentir más dolor.


Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, mío o tuyo, sin moverte para esconderlo o para resolverlo.


Quiero saber si puedes estar con el gozo, tuyo o mío; si puedes danzar salvajemente y dejar que el éxtasis te llene hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies, sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.


No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas. Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona para ser auténtico contigo mismo, si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma.


Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable. Quiero saber si puedes sentir la belleza aún cuando no todos los días son bellos, y si puedes encontrar la fuente de tu vida en su presencia.


Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, tuyo o mío, y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago y gritar «¡Sí!» al plateado de la luna llena.


No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes ponerte de pie, después de una noche de dolor y desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos, y hacer lo que hay que hacer por los niños.


No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí. Quiero saber si permanecerías conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.


No me interesa dónde has estudiado, ni qué has estudiado, ni con quién lo has hecho. Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás falla.


Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si te agrada verdaderamente la compañía que buscas en los momentos vacíos.

Oriah Soñador de la Montaña


Ten cuidado con tus pensamientos, que se volverán palabras. Ten cuidado con tus palabras, que se volverán actos. Ten cuidado con tus actos, que se volverán costumbres. Cuidado con tus costumbres, que será tu carácter, que será tu destino, será tu vida. De la abundancia de tu corazón, hablará tu boca y será el discurso de tu lengua.

 

Luis Santamaría

 

 

El pájaro no canta porque sea feliz, es feliz porque canta.

 

William James

 

 

La mente en sí mismo es su propio lugar y puede hacer un cielo de los infiernos y un infierno de los cielos.

 

John Milton

 

 

Pensar es la tarea más dura que existe, por eso, probablemente, son tan pocos los que se dedican a ella.

 

Henry Ford

 

 

Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.

 

Aristóteles

 

 

Nuestra interacción con el mundo que nos rodea es tan eficaz y requiere tan poco esfuerzo, que resulta difícil imaginar la cantidad de cálculos que subyacen tras la experiencia sensorial más sencilla.

 

Sensory Exotica

 

 

Toda persona es dos personas, una está despierta en la oscuridad y la otra está dormida en la luz.

 

Khalil Gibran

 

 

Lo más emocionante del futuro es que podemos darle forma.

 

Charles Handy

 

 

Todos los caminos son lo mismo: todos llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el chaparral o lo atraviesan. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor. ¿Tiene este sendero corazón? Si lo tiene, es bueno, si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte. Pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace el viaje gozoso, mientras lo sigas eres uno con él. El otro, te hace maldecir la vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita.

 

Carlos Castaneda

 

 

 

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