LA MEMORIA DEL CORAZÓN

 

 

 

 

 

Dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

 

 El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

 

-Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.

 

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

 

Al recuperarse, tomó el estilete y escribió en una piedra:

 

-Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida.

 

Intrigado, el amigo preguntó:

 

-¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

 

Sonriendo, el otro amigo respondió:

 

-Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

 

Leyenda árabe

 

 

Ser amigo es apoyar sin juzgar, es escuchar, es dar un consejo cuando se necesita y retenerlo cuando no se quiere escuchar. Es ver las virtudes y obviar los defectos. Es creer en los sueños y en la habilidad de nuestro amigo de lograrlos, aún cuando él mismo no lo cree. Es llorar cuando él llora y reír cuando él ríe. Es desear que él disfrute de lo que disfrutamos y estar dispuestos a perder cuando ganar significa que nuestro amigo perderá. Una verdadera amistad es un acuerdo donde  ganamos los dos o no gana ninguno. Es una relación madura donde no se exige; se da y se recibe.

 

 

Una de las formas más demostrativas de nuestra capacidad de amar, está en la manera en que somos amigos. Es difícil conseguir a un amigo, pero muchas veces es porque nosotros no lo somos. Aquí, al igual que en todos los aspectos de nuestra vida, serlo, es prerrequisito para, tenerlo. En otras palabras; lo que deseo recibir lo debo dar primero. Convertirte en un buen amigo te dará la entrada a tener buenos amigos.

 

Al decir esto, sé que a muchos les viene a la cabeza la duda y el recuerdo de haber sido defraudados y decepcionados por un amigo o una amiga a quien se le ofreció una amistad sincera. Los recuerdos sirven para conocer como organizar y prepararnos para el futuro, pero cuando los asociamos con recuerdos que producen dolor y esto impide procesos saludables de amor; entonces debemos reconsiderar estas experiencias, para que no obstaculicen nuestra capacidad de expresar y dar amor; ya que ésta nos dará acceso a recibirlo.

 

El amor fue, es y será el tesoro de mayor valor que podemos hallar, primeramente dentro de nuestro corazón y luego como expresión de vida y de felicidad que puede y en efecto produce vida, traspasa fronteras, une a personas, culturas, países y edifica saludablemente sociedades completas.

 

El desconocimiento de como ser amigo, cuartea la vida y produce vidas ausentes del brillo de la felicidad y del amor. Saber ser amigo, no impide la tristeza pero si impide una vida desierta. Las relaciones de amistad son una necesidad para el ser humano, sin ellas el ser humano muere de soledad.

 

La capacidad de ser amigo se desarrolla durante la niñez y la adolescencia. Haber tenido experiencias traumáticas y desoladoras en nuestras relaciones entre amigos durante la etapa escolar, puede neutralizar e incluso cauterizar la habilidad de ser un verdadero amigo. No tener en los padres un amigo, también discapacita esta habilidad.

 

La solución como adultos, para poder lograr lo que en la etapa de desarrollo no se logró o posiblemente se dañó es  entrar en el área consciente o inconsciente de la mente y reconocer el recuerdo traumático impreso sobre la memoria y entender su inefectividad. Luego a través del perdón y la aceptación operar el área afectada por el recuerdo, para que sane.

 

Esta operación es el comienzo, ahora será necesario reescribir o reimprimir un nuevo recuerdo sobre el mismo lugar donde estaba el anterior. Encontrar y relacionarnos con personas en las que podamos confiar y que nos brinden una verdadera amistad, será necesario para reimprimir un nuevo recuerdo.

 

Estas personas nos servirán para aceptar el reto de volver a transitar un camino que está asociado con fracaso y dolor, pero que ahora nos llama para que con fe y valentía, lo volvamos a transitar.

 

 Entender que el deseo de reconquistar y sanar cosas en nosotros, se convierte en nuevas oportunidades, es también saber poder reconocer cuando la oportunidad de imprimir un nuevo recuerdo se presenta a través de personas, esta vez para que hagamos lo correcto, transitando con firmeza, el camino de la construcción de relaciones sanas.

 

Para establecer amistades es importante medir primero a la persona en la cual confiaremos, no entregando confianza de una vez, sino dando en la medida que ellas muestren que pueden valorar aquello que se les entrega, y que a su vez puedan dar también lo que reciben. Las cosas de valor se ganan y no se entregan a aquellos que por sus acciones o inmadurez no son capaces de entender o cuidarlas.

 

Personas en un proceso de aprendizaje y crecimiento, no han desarrollado la capacidad de cuidar ciertas cosas que se les entregan. Son estos últimos que como niños herederos, necesitan estar bajo tutores, sin disfrutar de lo que les pertenece, hasta no ser capaces de valorar y cuidarlo.

 

En la medida que entendamos que nuestra vida vale, decidiremos madurar la integridad, la confianza, el amor, la sinceridad y la amistad. Ser maduros para poder ser un verdadero amigo nos dará la habilidad para discernir y atraer también a verdaderos amigos, y ser paciente con aquellos que pueden recibir ciertas cosas de nosotros, pero que todavía no están preparados para recibir otras.

 

Un compañero real es un amigo; padres efectivos son también amigos de sus hijos; y un hijo maduro logra ser amigo de sus padres. Las amistades son la base del desarrollo interpersonal sano que construye la pareja, la familia, y la sociedad; ya que el amigo en todo tiempo ama.

Alison Salas

 

 



La vida no se mide anotando puntos. La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros. No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa sólo. No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie. No se mide por la personas que has besado. No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas. No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta. La vida simplemente no es nada de eso.

 

La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas. Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas. Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un arma. Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico. Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los comentas. Se trata de a quién no le haces caso o ignoras. Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza. Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas. Pero por la mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros. Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

 

Fernando Latouche

 

 

El amigo que le entiende a uno, le crea a uno.

 

Romain Rolland

 

 

El secreto para tener los mejores amigos es el siguiente: pedirle a cada amigo sólo lo que pueda dar. Nunca lo que no pueda dar. Al amigo que se acuerda de tu cumpleaños todos los años, no le pidas que venga a consolarte a las tres de la mañana porque te ha dejado el novio. Ése no vendrá porque es una persona metódica que suele acostarse temprano. Y, por el contrario, a la persona dispuesta a consolarte a cualquier hora de la noche, ¡no le pidas que se acuerde de tu cumpleaños! Ése no se acuerda ni del suyo propio.

 

Maria Luisa Merlo, actriz

 

 

La amistad no pide nada a cambio, salvo mantenimiento.

 

George Brassens, cantante francés

 

 

Se necesita mucho valor para encarar a nuestros enemigos, pero no menos para oponernos a nuestros amigos.

 

Joanne Kathleen Rowling

 

 

La amistad es una religión que no promete vida eterna, sino placer incurable.

 

Leonardo Padrón

 

 

El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.

 

Len Wein

 

 

La relación es la capacidad para entrar en el mundo de otro, hacerle sentir que usted le comprende, que hay un fuerte lazo de unión.

 

Anthony Robbins

 

 

No es posible recoger en la playa todas las conchas hermosas. Sólo es posible recoger unas cuantas, y precisamente son más hermosas por ser unas cuantas.

 

Anne Morrow

 

 

Si quieres ganar a otro para tu causa, primero convéncele de que eres su leal amigo.

 

Abraham Lincoln

 

 

Tu mejor amigo es aquél que saca a luz lo más valioso que hay en ti.

 

Henry Ford

 

 

¿Eres un esclavo? Entonces no puedes ser mi amigo. ¿Eres un tirano? Entonces no puedes tener amigos.

 

Friederich Nietzsche


 

Sabed que cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo.

 

Séneca

 

 

Necesitamos los servicios de los médicos en la enfermedad y los de los amigos en la tristeza.

 

Sócrates

 

 

No busques la amistad de quienes tienen el alma impura; no busques la compañía de hombres de alma perversa. Asóciate con quienes tienen el alma hermosa y buena. Si carece de amigos es porque en la anterior vida no los hizo. Los dones y facultades actuales son el resultado de su sincero trabajo de ayer. Si quieres conocer el pasado, mira tu vida presente. Si quieres conocer el futuro, mira tu vida presente

 

Buda

 

 
 

Página Principal   Comunicación efectiva