LA ESENCIA SUPERIOR DE NUESTRO SER

 

 

Un monje de gran devoción y muy instruido cruzaba una vez un río en barca cuando, al pasar al lado de un pequeño islote, oyó la voz de un hombre que muy torpemente intentaba elevar sus plegarias.

 

En su interior no pudo por menos que entristecerse. ¿Cómo era posible que alguien fuera capaz de entonar tan mal aquellos mantras? Tal vez aquel pobre hombre ignoraba que los mantras debían recitarse con la entonación adecuada, el ritmo y la musicalidad precisas, con la pronunciación perfecta.

 

Decidió entonces ser generoso y desviándose de su rumbo se acercó al islote para instruir a aquel desdichado sobre la importancia de la correcta ejecución de los mantras. No en vano, se consideraba un gran especialista y aquellos mantras no tenían para él ningún secreto.

 

Cuando arribó, pudo ver a un pobre andrajoso de aspecto sosegado cantando los mantras con poco acierto.

 

El monje, con serena paciencia, dedicó algunas horas a instruir minuciosamente a aquel individuo, que a cada momento mostraba efusivas muestras de agradecimiento a su improvisado benefactor. Cuando entendió que por fin aquel sujeto sería capaz de recitar los mantras con cierta solvencia, se despidió de él, no sin antes advertirle:

 

-Y recuerda, mi buen amigo, es tal la potencia de estos mantras, que su correcta pronunciación permite que un hombre sea capaz de andar sobre las aguas.

 

Pero apenas había recorrido unos metros con la barca, cuando oyó la voz de aquel hombre recitar los mantras aún peor que antes.

 

-Qué desdicha -se dijo a sí mismo-, hay personas incapaces de aprender nada de nada.

 

-Eh, monje -escuchó decir a su espalda muy cerca de él.

 

Al volverse vio al pobre andrajoso que, caminando sobre las aguas se acercaba a su barca y le preguntaba:

 

-Noble monje, he olvidado ya tus instrucciones sobre el modo correcto de recitar los mantras. ¿Serías tan amable de repetírmelo de nuevo?

 

Ramiro Calle

 

Terry Lynn Taylor

 

 

La oración hace temblar los cimientos del universo. Suscita la ayuda de Dios. Lleva a una profunda sabiduría, junto a la cual la del científico y el erudito no es más que la llama de una minúscula vela en la deslumbrante claridad del mediodía. Persevera en la búsqueda de esa sabiduría, guía prudentemente a otros en su viaje íntimo y te encontrarás tú mismo en una senda que conduce no sólo a una honda paz interior, sino también a esa paz del mundo a la que tan ardientemente aspiran en todas partes los seres humanos.

 

William Johnston

 

 

Mientras el hombre soporta tener el alma llena de sus propios pensamientos, de sus ideas personales, está enteramente sometido hasta en sus más íntimos sentimientos a la coerción de las necesidades y al juego mecánico de la fuerza. Y yerra si cree que es de otro modo. Pero todo cambia cuando, en virtud de una atención auténtica, vacía su alma para dejar que entren en ella los pensamientos de la sabiduría eterna.

 

Simone Weil

 

El sentimiento es la plegaria y todos tenemos la capacidad para comulgar directo con las fuerzas de la naturaleza que nos rodea. En lugar de sentirnos observadores indefensos, tenemos la oportunidad de participar en los sucesos a medida que se desarrollan.

 

Gregg Braden

 

 

La respuesta a la oración no llega de aquello en lo que creemos. Se trata más bien de una respuesta del inconsciente del individuo al pensamiento o a las imágenes que mantiene en la mente. Esta ley funciona en todas las religiones del mundo y en este sentido todas son verdaderas.

 

Joseph Murphy

 

 

Si pudiéramos escuchar los rezos de los otros, libraríamos a Dios de buena parte de su carga.

 

Ashleigh Brilliant

 

 

La oración es la única fuerza del mundo que parece no depender de las llamadas leyes de la naturaleza. La oración es la más poderosa forma de energía que cabe generar. Es una fuerza tan real como la gravedad terrestre. Como médico, he visto a hombres que, después del fracaso de todos los procedimientos curativos, han vencido la enfermedad y la melancolía por el sereno esfuerzo de la oración. La oración, como una iluminación, es una fuente de energía autogeneradora y luminosa. En la oración, los seres humanos tratan de aumentar su energía finita dirigiéndose a la fuente Infinita de toda energía. Cuando rezamos,nos ligamos con el inagotable poder motivador que hace girar el universo. Pedimos que una parte de ese poder quede adscrito a nuestras necesidades. Incluso al pedir, nuestras deficiencias humanas quedan suplidas y nos levantamos con nuevas fuerzas y recompuestos. Siempre que nos dirigimos a Dios con una oración fervorosa, mejoramos de cuerpo y alma. Es imposible que un hombre o una mujer recen un instante sin que haya algún buen resultado.

 

Dr. Alexis Carrel

 

 

Creed firmemente en vuestra oración y será escuchada. La fe tiende a crear aquello que mantenemos en la mente.

 

Norman Vincent Peale

 

 

Algunas personas piensan que rezar consiste simplemente en pedir cosas, y si no reciben exactamente lo que han pedido, piensan que todo es un engaño.

 

Gerald Vann

 

 

Dar las gracias en soledad es suficiente. El acto de dar las gracias tiene alas y va a adonde tiene que ir. Tus oraciones saben mucho más de lo que necesitas que tú mismo.

 

Victor Hugo

 

 

La oración puede cambiar tu vida en cualquier momento, en cualquier lugar y a cualquier edad. Puede curar tus enfermedades, renovar tu mente, tu cuerpo, calmar las tempestades del vivir cotidiano, superando el miedo y el dolor que se levantan amenazadores, así como las lloviznas que sobrevienen a diario en las relaciones humanas que constantemente agitan nuestra barca y nos hacen mirar el mundo a través de una niebla densa y distorsionante.

 

William Parker

 

 

Me he arrodillado muchas veces con la convicción imperiosa de que no tenía ningún otro lugar donde ir.

 

Abraham Lincoln

 

 

Llama a Dios, pero rema lejos de las rocas.

 

Proverbio indio

 

 

La oración no necesita respuesta; si la tiene deja de ser oración para ser correspondencia.

 

Oscar Wilde

 

 

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