LA ENERGÍA QUE GENERO EN EL PRESENTE

 

 

Cuando creemos realmente que este instante es el único tiempo que existe, resulta mucho más claro para nosotros lo importante que es elegir la felicidad ya y no más tarde. Pero nuestro ego siempre está instándonos a aferrarnos al pasado o a temer al futuro.

Siempre está diciéndonos: «En realidad puedes esperar hasta mañana para decidir este asunto». O, «Quiero que tengas presente que esta persona realmente te ha ofendido y que si la perdonas, volverá a hacerlo. Merece tu ira. Y si realmente insistes en perdonarla, espera un poco. Espera por lo menos hasta mañana».

La decisión de postergar el perdón es la decisión de ser desgraciado. Cada vez que postergamos, sufrimos. Aferrarse a pensamientos y ofensas para no perdonar es la decisión de continuar en conflicto. Es elegir el temor en lugar del amor, la infelicidad en lugar de la felicidad.

Hace muchos años, yo era un cirujano de un barco de la «Matson Navigation Line». La tripulación llamaba al «Matsonia», el barco en el que yo trabajaba, «el barco para los recién casados y los casi muertos». Como cirujano de a bordo vi muchas personas ancianas que habían sacrificado casi toda su juventud esperando los años en que ya no trabajaran para poder viajar y gozar de la vida.

Su actitud era esperar hasta más tarde para divertirse y ser felices. El problema era que en casi todas aquellas parejas, alguno de sus miembros estaba enfermo o físicamente limitado y no era capaz de gozar este tiempo de relajamiento que habían postergado para la última etapa de sus vidas.

El tiempo de ser feliz y estar alegre es ahora. No es algo que podemos postergar. El perdón es la clave de nuestra felicidad y es una parte de nuestra decisión de vivir con alegría. Continuaremos sintiéndonos desgraciados hasta que perdonemos completamente a los que nosotros creemos que nos hirieron

Dr. Gerald Jampolsky

 

El perdón no es para otra persona, el perdón es un acto egoísta. Perdonamos para dejar de herirnos y hacer que la vida funcione mejor. Cuando tenemos ira u otras emociones negativas hacia alguien, sufrimos las consecuencias de esos sentimientos.

El perdón no es la condonación. El hecho de perdonar no implica bien o mal. En el perdón no intervienen los juicios, tampoco es una disculpa. Es hacerse responsable de la situación y soltar todas las emociones negativas suprimidas.

La mente no olvida nada, la mente almacena todo lo que experimentamos, gustamos, sentimos, vemos o escuchamos, estemos despiertos o dormidos, conscientes o inconscientes. Algunas personas no recuerdan hechos, pero los efectos de esos hechos igual operan en las psiques. Perdonar no es olvidar, sino recordar y dejar partir. El perdón no es la absolución. El perdón no justifica ningún acto pernicioso. Perdonar significa dejar ir nuestros juicios y sentimientos negativos hacia una persona.

No tienes que pasar tiempo con la persona que perdonas. No necesitas convertirte en su «amigo del alma» sólo porque has personado a alguien. No necesitas ni siquiera verlo más.

El perdón es incondicional. Las condiciones normalmente impuestas son: Te perdonaré si haces algo por mí, cuando me perdones, te perdonaré a ti, te perdonaré sólo si cambias, te perdonaré si me pides perdón, te perdonaré si no lo haces nunca más.

Liah Holtzman

 

Él tiene los ojos buenos
Y una figura pesada,
La edad se le vino encima,
Sin carnaval ni comparsa.
Yo tengo los años nuevos
Y el hombre, los años viejos;
El dolor lo lleva adentro
Y tiene historia sin tiempo.

Piero

 

La vida es vivir; la vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento.

Osho

 

Hoy tomo la decisión de ser feliz, elijo perdonar y amar en lugar de ser el rey o reina de los que dejan las cosas para más adelante.

Un Curso de Milagros

 

Ser feliz requiere buscar las cosas buenas. Una persona observa una hermosa vista y la otra ve la suciedad de la ventana. Tú escoges lo que ves y escoges lo que piensas.

Andrew Matthews

 

Si tuviera que vivir mi vida de nuevo, la próxima vez me atrevería a cometer más errores. Me relajaría, me prepararía, sería más tonta de lo que he sido en este viaje. Me tomaría menos cosas en serio, aprovecharía más oportunidades, emprendería más viajes, subiría más montañas y nadaría en más ríos. Comería más helados y menos guisantes. Quizás tendría más problemas reales, pero muchos menos imaginarios. Soy una de esas personas que fueron sensibles y cuerdas, hora tras hora, día tras día. Oh, tuve mis momentos. Si tuviera que hacerlo de nuevo, tendría más de esos momentos. De hecho, intentaría que no hubiera otra cosa, sólo momentos, uno tras otro, en lugar de vivir tantos años por delante de cada día. He sido una de esas personas que nunca van a ninguna parte sin llevar un termómetro consigo, una botella de agua caliente, un impermeable y un paraguas. Si pudiera volverlo a hacer, viajaría mucho más ligera de equipaje. Si tuviera que volver a vivir mi vida, me quedaría con los pies desnudos antes en la primavera, y permanecería así hasta más avanzado el otoño. Iría a más bailes, me dejaría llevar por más rondas alegres y recogería más margaritas.

Nadine Stair, 86 años

 

Hemos subestimado la gravedad de la huella dejada por el desprecio de los demás. No hemos sabido gestionar adecuadamente nuestras emociones sin fijarnos en el dolor o espanto que se causaba con la rabia, la furia o el odio. En lugar de evaluar debidamente el daño que causábamos mediante el ejercicio de una emoción negativa, hemos subestimado el daño causado.

Eduard Punset

 

Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, puedes darte el permiso de ser feliz hoy.

Omar Khayyam

 

Si vamos a gozar de la vida, ahora es el momento. No lo es ni mañana ni el año entrante, ni ninguna vida venidera después de la muerte.

Thomas Drier

 

La vida pagará cualquier precio que tú pidas.

Anthony Robbins

 

Mi pasado no es más que la estela que he dejado tras de mi. Lo que impulsa mi vida es la energía que genero en el presente.

Wayne Dyer

 

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