Algunos
convierten el día de su cumpleaños en el día de su sufrimiento o de su
amargura por falta de libertad.
Cuando
quieras que alguien te ame, ámalo tú primero; también acepta que te amen
antes de que empieces a amar. Cuando alguien no te felicita, no es porque no
te quiere sino porque se le olvidó. Olvidar no es odiar, odiar es romper una
amistad o una relación y olvidar es dejar de hacer cosas que se tenían
pendientes.
Y a cualquiera se
le puede olvidar hasta las cosas y momentos más importantes. Si alguien no
te ama, ámalo tú; y si alguien no te llama, recuérdaselo para que te llame.
¡Esto se llama libertad!
Padre Ricardo Bulmez
Nuestra mente es como un magneto y, dependiendo de
nuestros pensamientos, atraemos a cierto tipo de gente a nuestro mundo.
Nuestros pensamientos pueden atraer personas hacia nosotros. Si crees que
todo el mundo quiere abusar de ti, encontrarás personas que lo hagan. Y si
consideras que la gente es amable, amigable, por alguna razón la mayoría de
las veces te toparás con personas así.
La vida es un aprendizaje continuo, y una de las
lecciones más importantes son las relaciones humanas. Si no aprendemos,
tenemos que repetir el curso. A veces se repite el curso con la misma
persona, o a veces con otra. Es fácil caer en la trampa de culpar a los
demás.
Nadie puede hacerte infeliz sin tu consentimiento.
No importa lo que hagan ni lo que digan, tú decides como reaccionar. Si
somos honestos con nosotros mismos siempre elegiremos todo en la vida:
amistades, trabajo, pareja, pensamientos. Así empezaremos a vivir más
plenamente.
Lo que los demás piensen no es asunto tuyo. Los demás nos respetarán
en la medida en que nosotros mismos nos respetemos. Para asumir el mando de
nuestras vidas y vivir a plenitud, el reto es eliminar la compulsión a
recibir aprobación. A fin de cuentas, no se puede más que tener la mente en
paz o preocuparse por lo que piensen los demás.
Preocuparse por lo que opinen los demás es un hábito difícil de romper,
pero no hacerlo puede acarrear resultados trágicos. Frecuentemente, personas
sensatas se condenan de por vida a trabajos que detestan por esta razón.
No puedes darle gusto todo el tiempo siquiera a la mayor parte de la
gente. Si lo que temes es que algunas personas puedan pensar que eres tonto,
¡despreocúpate! ¡Seguramente ya lo piensan! Puedes lograr lo que desees
siento tú mismo. No tienes que complacer a todo el mundo.
Las personas deben respetar tu manera de ser y aceptarte tal y como eres.
Sin perder el respeto por los demás, debes ser sincero contigo mismo. Si la
gente no está de acuerdo con tus ideas y tu estilo de vida, es asunto de
ellos, no tuyo.
Una de las características de las personas con decisión y seguras de
sí es que no dan explicaciones, simplemente hacen lo que hacen. Necesitamos
pensar y actuar de manera más independiente y sentirnos realizados sin tener
que dar explicaciones de todo lo que hacemos a nuestros parientes, amigos y
vecinos.
Vive como tú prefieras; dedica tu tiempo a lo que mejor te parezca. Si
decides ofrecer explicaciones, hazlo porque deseas compartir tus
pensamientos con otra persona y no porque necesites de aprobación.
Somos felices en la medida que creemos controlar nuestras
circunstancias; y asumir el control de nuestra vida frecuentemente implica
decir «no». La única manera de escapar al sentimiento de culpa que otros te
infunden es convertirte en tu propio juez.
Rehúsate a atarte a sus conceptos. Saca tus propias conclusiones y
prepárate a pregonarlas. Para obtener lo que deseas, debes ser más tenaz que
la otra persona, establece lo que deseas y no dejes que te desvíen. Para
decir «no» con buenos resultados, debes ser capaz de sostener un punto de
vista contrario y no sentirte culpable por ello.
Una vez que sepas decir «no» sin experimentar sentimientos de culpa,
asumirás un mayor control sobre tu vida y podrás vivir más felizmente con
otras personas y contigo mismo.
Recuerda que a la gente le gusta la fortaleza y espera respeto.
También requiere de espacio. Para atraer a los demás tenemos que
interesarnos en ellos. Cuando nos interesamos, nos olvidamos de nosotros
mismos. La gente te admira cuando defiendes tu postura, aunque pueden no
estar de acuerdo con tu causa.
Siempre que admitimos nuestros sentimientos y confesamos nuestro amor
a los demás, corremos riesgos. Se necesita valor. Nuestros seres queridos
necesitan que les digamos que los queremos. Necesitan estar seguros de ello.
Un tipo preguntó en alguna ocasión:
-¿Cuál es el mejor momento para decir a tu
esposa que la quieres?
La respuesta es:
-Antes de que otro se lo diga.
La mayoría de las personas necesitamos momentos de soledad para
aclarar la mente, procesar pensamientos, formular estrategias, estar con la
naturaleza, ubicar las cosas en perspectiva. A veces necesitamos estar solos
únicamente para extrañar a ciertas personas y quererlas de nuevo.
Las personas maduras no se molestan ante las observaciones
desagradables de los demás. Sólo la gente insignificante hace comentarios
desagradables; solamente las personas insignificantes se sientes aludidas.
Sé grande.
Cuando la gente nos contradice, afloran nuestras inseguridades.
Tendemos a reaccionar. Pero si renunciamos al vicio de pensar que todo el
mundo debe ver las cosas a nuestro modo, no habrá necesidad de discutir.
En cuanto dejemos de querer imponer nuestros
puntos de vista, ellos dejarán de imponer los suyos. No puedes darle gusto a
todo el mundo todo el tiempo. Puedes ocupar tu tiempo en cosas mejores que
tratar de persuadir a los demás en contra de tu voluntad. Déjalos creer lo
que quieran.
Pretendemos que los demás nos respeten insistiendo que tenemos razón,
y lo que logramos es justamente lo contrario. Tememos perder el respeto de
los demás al admitir que nos hemos equivocado y, no obstante, con ello
frecuentemente nos lo ganamos.
Siempre que estamos dispuestos a admitir nuestras equivocaciones, la
gente admira nuestro valor y nos trata con compasión; sin embargo, la
mayoría de las veces detestamos admitir nuestros errores.
Es lógico afirmar que si todo el mundo quiere tener razón y tú estás
dispuesto a reconocer a veces que los demás la tienen, te apreciarán por
ello. Decir a los demás que se equivocan es una excelente forma de hacerse
enemigos. Admitir que te equivocaste, puede ser una gran forma de iniciar
una amistad.
Si la vida es un juego, hagamos que la gente conozca las reglas. Para
facilitarnos la vida a corto plazo, tenemos que ser serios y demostrar
fortaleza. Las personas no se comprometen a menos que ellas mismas
establezcan el compromiso.
A veces no deseamos pedir a alguien que se comprometa por temor a que se
rehúse. Esa es una señal de debilidad nuestra. Si las cosas no mejoran,
significa que vivimos sin aprender.
Las buenas maneras implican modestia más que ostentación. No se trata
de competir, se trata de estar consciente de que no tienes que demostrar
nada.
Tu reto en la vida es ser honesto contigo mismo. La paz mental deriva
de un cambio de actitud, no de las circunstancias. El hecho de no juzgar a
nadie no implica que todo el mundo deba parecerte agradable, o que no tengas
preferencias; significa adoptar una actitud que te permite estar en paz con
quienes te rodean.
Si intentas denodadamente cambiar a la gente, ella te aborrecerá.
Ámate a ti mismo y quiere a los demás lo bastante como para dejarlos en paz,
y ocúpate de tus propios asuntos.
Andrew Matthews
¡Uno de
estos días le diré a mamá cuánto la quiero! Pero
esas cosas no se dicen así como así, hay que
esperar el momento oportuno.
Si se accidentara en el auto o se pusiera muy enferma o algo así,
¡entonces se lo diría!
Pero si no ocurre una tragedia, creo que jamás se
lo diré. Y si ocurre una tragedia, entonces probablemente será ¡demasiado
tarde!
Jaime Lopera Gutiérrez
Recurriendo a mi diestro manejo del
lenguaje, guardé silencio.
Robert Benchley
Cualquier
hombre puede cometer errores, pero sólo un idiota persiste en su error.
Todo
camino es sólo un camino, y no hay afrenta alguna para uno mismo ni para los
demás en abandonarlo si es eso lo que te dicta tu corazón.
Debe haber otra
forma de ir por la vida que no sea el ser empujado por ella pateando y
gritando.
Hugh Prather
Ser grande
es ser incomprendido.
Ralph Waldo Emerson
Las palabras
pueden reemplazar a los actos pero también es cierto lo contrario: los actos
no pueden sustituir a las palabras.
Jim
Rohn
Sé más
sabio que los demás, si puedes, pero no se los hagas saber.
Lord Chesterfield
Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz
desde las tres.
Antoine de Saint-Exupery
Únicamente viviendo de verdad se puede adquirir experiencia, y vivir de
verdad quiere decir moverse por uno mismo. Si yo no me muevo serán los otros
quienes me muevan y me vivan.