CUANDO LLEGAS A SER DE VERDAD

 
 

 
 
El caballo de piel había vivido en el cuarto de juegos más tiempo que los demás. Era tan viejo que su piel parda tenía partes gastadas que mostraban los costurones, y le habían quitado casi todos los pelos de la cola para hacer collares de abalorios.
 
Era sabio, pues había visto una larga sucesión de juguetes mecánicos llegar con todo aspaviento, y luego desaparecer a medida que se rompían sus resortes, y sabía que eran meros juguetes, que nunca se convertirían en otra cosa. Pues la magia de los juguetes es muy extraña, y sólo esos juguetes viejos, sabios y experimentados como el caballo de piel la comprenden.

-¿Qué es ser de verdad?- preguntó el conejo un día, cuando estaban tendidos lado a lado junto al guardafuegos, antes que la nana entrara en la habitación -¿significa tener cosas que zumban en tu interior y una manivela?

-Ser de verdad no depende de cómo estés hecho- dijo el caballo. –Es algo que te sucede. Cuando un niño te ama mucho, mucho tiempo, no sólo para jugar, sino que te ama de veras, te vuelves de verdad.

-¿Eso duele?- preguntó el conejo.

-A veces -dijo el caballo, pues siempre decía la verdad. –Cuando eres de verdad no te molesta el dolor.

-¿Sucede de golpe, como cuando te dan cuerda– preguntó el conejo -, o poco a poco?

-No sucede de golpe. Te vas transformando. Lleva mucho tiempo. Por eso no le ocurre a los que se rompen fácilmente, o tienen bordes filosos, o que deben guardarse con cuidado.
 
Cuando llegas a ser de verdad, el amor de los niños te ha hecho perder casi todo el pelo, y los ojos se te caen y tienes las articulaciones flojas y estás muy raído. Pero estas cosas no importan, porque cuando eres de verdad no puedes ser feo, salvo para la gente que no entiende. Una vez que eres de verdad no puedes dejar de serlo. Dura para siempre.

Margery Williams
 
 

Disparé una flecha al aire
Y cayó, no supe dónde.
Mi vista no podía
Seguir su raudo vuelo.


Lancé al aire una canción
Y cayó, no supe dónde.
¿Qué vista podría seguir
una canción por los aires?

Mucho después, en un roble
Encontré la flecha intacta;
Y la canción, toda entera
En el pecho de un amigo.

Henry Wadsworth Longfellow
 

A veces la amistad causa sufrimiento, pero eso le confiere realidad. La amistad a menudo implica ciertas pruebas, pero la verdadera amistad las resiste e incluso florece con ellas.

William Bennett
 
 
Una amistad se edifica, se construye al igual que se erige una casa, aportando algunas veces arena, otras, granos más grandes y de mayor consistencia como la grava, cemento y uniones tan férreas como el acero, hasta que el conjunto de todos los elementos, apuntalan esa morada que, bien mantenida, puede durar toda la vida. La amistad se consolida con el aporte de ambas partes, y para que exista es condición «sine qua non», que no haya egoísmos, prevalezca la comprensión mutua, que los dos seres conserven su libertad y se procuren respeto y estén dispuestos, si las circunstancias lo exigen, a realizar sacrificios el uno por el otro. La amistad no se forja ni por, ni sobre favores, sino en la lealtad. Si estas condiciones se dan, entonces se puede asegurar que existe una verdadera amistad.
 
Abraham Botbol

 

Lo que cuenta en este mundo es el contacto humano, el contacto de tu mano con la mía, más valioso para el corazón desfalleciente que el refugio, el pan y el vino. Pues el refugio se va con la alborada, y el pan dura sólo un día, pero el contacto de la mano y el sonido de la voz siguen cantando en el alma para siempre.

Spencer Michael Free
 

No podemos distinguir el momento preciso en que se nace la amistad. Como al llenar un recipiente gota a gota, hay al fin una gota que lo hace desbordar; así en una serie de amabilidades, hay una última que hace desbordar el corazón.

James Boswell
 

¡Amigo de mis muchos años! Cuando el gran silencio al fin me calle no permitas que deje, para tu dolor, un recuerdo de lágrimas, sino gratos pensamientos de quien se honró con tu amistad y bebió el vino del consuelo destilado de tus propias penas.

Te dejo la sensación de manos alzadas y pruebas superadas, la solidaria alegría que halla en la ayuda su propia recompensa, la certeza de que obtuve de ti y del manto del Maestro, calma y fortaleza, la virtud que fortalece y sana sus cicatrices.

Más aún la certidumbre de que el amor, que aquí no expreso cabalmente, aún vive y colma la celestial atmósfera con su canción inmortal.

John Greenleaf Whittier
 

Quienes comienzan apresuradamente un intercambio de actos amistosos pueden sentir el deseo de ser amigos, pero no lo serán a menos que también sean objetos apropiados de la amistad y se conozcan mutuamente como tales, es decir, la apetencia de amistad puede surgir rápidamente, pero no la amistad misma.

Aristóteles
 
 
Las amistades son dones y expresiones de Dios; se forman cuando el espíritu de un individuo encuentra el espíritu divino de otro. Cuando son verdaderas, no son hebras de cristal, ni figuras de escarcha, sino la cosa más sólida que conocemos. Un amigo es una persona con quien puedo ser sincero. Ante él puedo pensar en voz alta.

Ralph Waldo Emerson
 
 

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