5 - ES ALGO DE NACIMIENTO

 

 

Hola Juan Andrés, ¿cómo estás?

¿Siempre me dices «sobrino» y hoy me llamas por mi nombre, tía?

Porque vienes con una cara muy sombría y te ves demasiado serio.

Lo que estoy es enfadado y molesto.

Pues ven, siéntate y me lo cuentas.

Verás, una compañera del salón de clases, Lucía, me dijo hoy que me estaba poniendo muy obeso y que me veía horrible, y luego se puso a reírse de mí con sus amigas.

Y te pusiste mal al oír sus comentarios.

Sí, tía, me afectó muchísimo lo que me dijo y además todas las amigas de Lucía también se rieron de mí y se burlaron de mi aspecto.

Muy mal hecho de Lucía. Ya sabemos que ella no podrá dedicarse a la Carrera Diplomática.

Ja, ja, ja, seguro causa un incidente internacional.

Ves, ya logré que te rieras y dejes esa cara de tragedia.

Sí tía, al menos por un momento.

Viéndote bien, has subido mucho de peso, pero no por eso voy a burlarme de ti, pero, ¿por qué estás así?

Resulta que mi novia Evelyn me dejó y eso me ha afectado mucho anímicamente y me puse a comer mucha comida rápida, refrescos y helados.

O sea, buscando a compensar tu carencia afectiva con comida.

Me supongo, pero lo peor es que me veo al espejo y me siento muy mal al ver mi aspecto. Yo nunca había tenido esa barriga.

Ésa es la razón por la que te sientes mal, ya tú estás convencido que te ves horrible y Lucía lo que hizo fue confirmarlo. Así que lo mejor es que le des las gracias a Lucía por validar la opinión que tienes sobre ti.

¿Que le dé las gracias? ¡La odio! ¡Se burló de mí delante de sus amigas!

Ya te dije que su fuerte no era la diplomacia, recuerda que todos somos diferentes.

Está bien, tía, la odiaré un poco menos.

No se trata de eso ni que vayas a darle las gracias por reírse de ti.

Dirá que además de horrible estoy loco, ja, ja, ja.

Eso es, de ahora en adelante Lucía es tu «asesora en nutrición» y el propósito de su «regaño» es que hagas algo al respecto del sobrepeso que tienes ahora.

¿Y qué puedo hacer, tía?

Si tienes sobrepeso es por causa de haber finalizado la relación con tu novia y hacer una dieta no solucionará el problema.

Y entonces, ¿cómo resuelvo este dilema?

Piensa que si tu relación terminó, fue muy bonita mientras duró, no todas las relaciones duran para siempre, deja partir a Evelyn hacia el destino que ella desee, tú no eres dueño de ella, tú eres joven, te volverás a enamorar otra vez. Todo esto puede tomar un poco de tiempo pero te sentirás mejor.

Y cuando ocurra, ¿dejaré de comer en exceso?

Claro, ya no te hará falta y hasta puede ocurrir que tu ex-novia quiera volver contigo, recuerda que si te dejó fue por algo.

Seré una versión mejorada, el «nuevo Juan Andrés».

Sí, y aprenderás a tomarte las cosas con humor y no darle tanta importancia a los comentarios de las personas.

Está bien, tía.

Te voy a contar una anécdota de mi gran amigo Jorge Ruiz, ya te he hablado de él.

Sí, me contaste el año pasado que había tenido su primera nieta y lo contento que estaba.

Así es, sobrino, el caso es que hace un par de semanas la nieta cumplió un año y le celebraron el cumpleaños en un hermoso parque con payasitas para entretener a los invitados.

Me encantan esas fiestas y las payasitas organizan juegos para todas las edades.

Por ahí va la cosa, en uno de los juegos se le pidió a una niña de unos ocho años que seleccionara al «hombre más feo de la fiesta» y ella se acercó hasta Jorge, lo tomó del brazo y lo presentó a la payasita.

Sigue, sigue.

La payasita se sintió incómoda y con cierta vergüenza y le pidió a Jorge que por favor no se molestara con la elección hecha por la niña.

¿Qué le contestó Jorge?

Jorge se puso a reír sin parar y le dijo: «No se preocupe, señorita, lo de feo es algo de nacimiento, ya no tiene arreglo».

Ja, ja, ja. ¡qué buena respuesta!

Claro, sobrino, la persona con la autoestima alta nunca se considera inferior a los demás, en todo caso diferente de los demás y lo que caracteriza a las personas son las diferencias.

Sí, sería muy aburrido si todos fuéramos iguales. Me voy tía, voy a pensar en los hermosos días que pasé con Evelyn para que se pueda ir pero siempre la recordaré, chao tía.

Dame un abrazo… chao, sobrino.

 

Elias Benzadon

 

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