EL MOMENTO MÁGICO

 

 

Todo aquello que hacemos, lo hacemos por alguna razón. Es posible que no seamos conscientes de la razón pero detrás de todo comportamiento hay una sola fuerza impulsora que le controla a usted ahora y durante el resto de su vida: el dolor y el placer. Todo lo que hacemos usted y yo, lo hacemos o bien por una necesidad de evitar el dolor, o por un deseo de obtener placer.

Mucha gente habla de los cambios que desea introducir en sus vidas pero no logra decidirse a llegar hasta el final. Se sienten frustrados, abrumados, incluso coléricos consigo mismos porque saben que necesitan emprender una acción pero no logran decidirse a hacerlo. Siguen tratando de cambiar su comportamiento, que es el efecto, en lugar de enfrentarse con la causa escondida tras él.

Comprender y utilizar las fuerzas del dolor y del placer es lo que le permitirá crear los cambios duraderos y las mejoras que desea. El no comprender esta fuerza le condena a un futuro en el que vivirá de reacciones, como un animal o una máquina.

¿Por qué no hace algunas de las cosas que sabe que debería hacer? ¿Por qué la dilación? Eso se produce cuando uno sabe que debería hacer algo, a pesar de lo cual no lo hace. En algún nivel de su mente está convencido de que emprender la acción en este momento sería más doloroso que aplazarla.

Sin embargo, ¿ha sentido alguna vez la experiencia de haber aplazado algo durante tanto tiempo que de repente siente la presión de hacerlo de una vez? Lo que ocurrió es que cambió lo que enlazaba el sufrimiento y el placer. De repente, el no emprender la acción era más doloroso que seguir aplazándola.

¿Qué le impide hacer lo necesario para que su vida sea exactamente como se la había imaginado? Aunque sabe que diversas acciones serían beneficiosas, que podrían aportarle placer a su vida, no logra actuar sencillamente porque en ese momento asocia más sufrimiento a hacer lo necesario que a dejar pasar la oportunidad. Para la mayoría de la gente, el temor a la pérdida es mucho mayor que el deseo de ganar.

El secreto del éxito consiste en aprender a usar el sufrimiento y el placer, en lugar de permitir que éstos le utilicen a uno. Si lo hace así, ejercerá el control sobre su propia vida. Si no, la vida le controlará a usted.

La gente puede experimentar sufrimiento y, sin embargo, negarse a cambiar porque todavía no ha experimentado el dolor suficiente, no ha llegado al umbral emocional. Ése es precisamente el momento mágico en que el sufrimiento se convierte en nuestro aliado.

Nos impulsa a emprender una nueva acción y a producir nuevos resultados. Nos sentimos más poderosamente impulsados a actuar si, en ese mismo momento, empezamos a anticipar cómo el cambio creará también un mayor placer para nuestras vidas.

Anthony Robbins

  
¡Oh hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda medianoche?
Yo dormía, dormía
De un profundo soñar me he despertado
El mundo es profundo
Y más profundo de lo que el día ha pensado
Profundo es su dolor
El placer es más profundo aún que el sufrimiento
El dolor dice: ¡Pasa!
Mas todo placer quiere eternidad
¡Quiere profunda, profunda eternidad!

Friedrich Nietzsche

 

Un hombre que sufre antes de que sea necesario, sufre más de lo necesario.

Séneca

 

Los hombres viven por intervalos de razón, bajo la soberanía del humor y la pasión.

Sir Thomas Brown

 

¡Qué cosa más extraña parece eso que los hombres llaman placer! ¡Cuán sorprendentemente está unido a lo que semeja su contrario: el dolor! Los dos a la vez no quieren presentarse en el hombre, pero si se persigue al uno y se le coge, casi siempre, queda uno obligado a coger también al otro, como si fueran dos seres ligados a una única cabeza.

Platón

 

La naturaleza ha situado a la Humanidad bajo el gobierno de dos maestros soberanos, el dolor y el placer, que nos gobiernan en todo aquello que hacemos, en todo lo que decimos y pensamos; cualquier esfuerzo que hagamos por liberarnos de nuestro sentimiento no hará sino demostrarlo y confirmarlo.

Jeremy Bentham

 

Si te sientes angustiado por cualquier cosa externa, el dolor no se debe a la cosa en sí, sino a tu propia estimación sobre ella; así pues tienes el poder de eliminarlo en cualquier momento.

Marco Aurelio

 

Todas las personas se dejan dirigir con mayor frecuencia por sus corazones que por sus entendimientos.

Lord Chesterfield

 

La imperfección del mundo es parte de la perfección de Dios.

Dr. Wayne Dyer

 

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