Tus ojos son
granadas personales que tienen el poder de detonar las emociones de la
gente.
Así es
señores, comenzamos este poderoso mensaje ya que estos secretos de la
comunicación nunca cae mal tenerlos bajo la manga. Quiero decir que lo de
ojos de resina,
o de «Pega Loka», esto último por un pegamento muy famoso en mi país, «Pega
Loka», por su rapidez y facilidad con el que se pega a cualquier cosa.
Vamos a tener
que aprender mucho sobre este pegamento, ya que nuestros ojos se van a tener
que pegar con la misma intensidad en otras personas. Los grandes
triunfadores saben que el contacto visual exagerado puede ser ventajoso,
pero claro también hay que tener ciertos cuidados.
Un hombre sabio
dijo que una mirada fija te da la impresión de ser un pensador inteligente y
abstracto; una mirada fija puede despertar en una persona pensamientos de
intimidad.
Vamos a lo que
todos quieren saber; la técnica la vamos a utilizar de la siguiente manera:
Imagínate que
tienes los ojos pegados con queso fundido a tu pareja de conversación. No
tienes que romper el contacto visual con la persona por ningún motivo así te
pique una nalga, un ojo, una ceja, etc. y si lo tienes que romper que sea
con la mayor delicadeza del mundo, como si se nos fuera la vida en tratar de
romper ese hilo de queso fundido hasta que al final se rompa.
Esto también
funciona para cuando hay una reunión, por ejemplo, de tres personas. Un
amigo nos está contando una historia y nosotros en vez de mirarlo a él
miramos a la chica que está a su lado. La chica piensa:
-Pero, ¿porqué me verá tanto a mi, Dios mío? Si yo
no estoy contando la historia. Será que le gusto o me quiere robar,
ay, no Dios, ¿por qué me admira tanto?.
La chica
comienza a sonrojarse y comienza a tener una gran cantidad de sentimientos y
emociones que no comprende pero que de alguna manera le fascinan.
Nota:
Cuidado con los hombres que miran a otros hombres de esa manera ya que
pueden terminar cayéndose a puñetazos, jejejejeje
Si ponen a
prueba esta técnica no se van a arrepentir debido a que tiene buenos
resultados.
Señores, nos
vemos en el tercer capítulo, mi favorito, ya que quién me lo enseñó tenía
sólo cinco años de edad.
Que viva la
comunicación y la amistad, ya que hoy en día esto se nos ha olvidado.