La ley de compensación y reciprocidad afirma que por cada cosa que
hagas, serás compensado con algo similar. Obtendrás según lo que aportes. Igualmente establece que los demás te ayudarán a conseguir tus
objetivos siempre y cuando vean que recibirán una compensación por sus
esfuerzos.
Nadie trabaja por amor al arte. Todo el mundo tiene unas miras
personales. Éste tiene que ser tu punto de partida para ganarte la
cooperación de los otros. Hazte la pregunta de qué tienes que hacer por los
otros para que ellos te ayuden a ti.
Toda
persona siente el impulso de quedar empatada tanto en lo que haga por los
demás como por lo que los demás hagan por ella. La gente estará dispuesta a
ayudarte a conseguir tus metas si ve que demuestras voluntad de ayudarle a
conseguir las suyas.
La gente más
exitosa es aquella que ha ayudado a un mayor número de personas a conseguir
las cosas que querían. Esta gente suele hacerse con una gran reserva de
buena voluntad al crear en los demás una propensión a ayudarle como trato
recíproco por la ayuda que anteriormente recibieron.
El único
término de la ecuación de compensación y reciprocidad que puedes controlar
es la cantidad que tú mismo aportes; de esta forma, tú también determinas
indirectamente la cantidad que vas a obtener. Si no desaprovechas ninguna
oportunidad de ayudar a los demás, éstos te prestarán su apoyo cuando lo
necesites.
Las
compensaciones que recibas en tu vida estarán en función de las
contribuciones que hayas hecho a tu prójimo. Tu disposición y tu capacidad
para cooperar efectivamente con los demás a fin de conseguir sus objetivos
de forma que tú puedas conseguir los tuyos, es indispensable para tu éxito
futuro.
La ley del esfuerzo indirecto determina que
en las relaciones con los demás se puede conseguir casi todo con más
facilidad si el acercamiento se hace más bien de forma indirecta que de
forma directa.
La forma
indirecta de impresionar a una persona sería simplemente dejarse impresionar
por esa persona. Cuanto más impresionado te sientas por la otra persona, por
lo que represente o haya logrado, más posibilidades tienes de que ella se
sienta impresionada por ti.
El camino
indirecto para una persona se interese en ti funciona mejor; es
sencillamente interesarte por ese alguien. Cuanto más interesado estés en
otra persona, más posibilidades tienes de que ella se interese por ti.
Si quieres
ser feliz, la forma directa es hacer todo lo que sea necesario para alcanzar
la felicidad. Sin embargo, la forma más gratificante y duradera de felicidad
se alcanza haciendo feliz a otra persona.
Siempre
que realices o digas algo que haga feliz a alguien, tú también te sentirás
feliz. Levantarás tu espíritu y tu propia autoestima.
Para que
otra persona te respete, lo mejor que puedes hacer es respetarla a ella.
Cuando expresas respeto o admiración por alguien, ese alguien siente respeto
y admiración por ti; es el principio de reciprocidad.
Siempre
que tienes un buen detalle con alguien, la otra persona te devuelve el
detalle haciendo algo que te agrade. La mayoría de nuestros amoríos y
amistades están basados en este principio.
Para que
otra persona crea en ti, debes creer en ella. Siempre que muestres que crees
o tienes confianza en una persona, esta persona tenderá a creerte y a tener
confianza en ti. Obtienes lo que das. Todo aquello de lo que te desprendes,
más tarde o más temprano lo recobras.
Estás
estructurado de tal forma que todo lo que hagas a otra persona tiene un
efecto recíproco en ti. Todo lo que hagas para elevar la autoestima de otra
persona eleva al mismo tiempo la tuya en idéntica medida.
Habida
cuenta de que la autoestima es el fiel contraste de la personalidad sana,
puedes realmente mejorar la salud de tu propia personalidad aprovechando
cualquier oportunidad para mejorar la salud de la personalidad de otros. Lo
que siembras en la vida de los demás es lo que recoges en tu propia vida.
Con
cualquiera que te encuentres verás que lleva una pesada carga. Esto es
particularmente cierto cuando se trata de la autoestima y de la auto
confianza. Todos crecemos con un complejo de inferioridad y a lo largo de
casi toda nuestra vida necesitamos las alabanzas y el reconocimiento de
nuestro prójimo.
Por muy
exitosa o elevada que sea la persona, ésta siempre necesita reforzar su auto
imagen. Siempre querrá tener a alguien que le diga cosas que incrementen su
autoestima y la hagan sentirse más valiosa y útil.
Las seres
más exitosos y felices son aquellos que hacen que los demás se sientan bien
consigo mismos cuando están con ellos. Cuando vas por la vida elevando la
autoestima de los demás, se te presentarán muchas oportunidades y la gente
te ayudará hasta extremos inimaginables.
Aprovecha
toda oportunidad que se te presente para decir y hacer cosas que hagan que
la gente se considere más útil. Cada vez que tengas un detalle amable hacia
otra persona mejorarás tu propia autoestima.
Tu propia
personalidad se hace más positiva y sana. Cualquier sentimiento que expreses
hacia tu prójimo se impresiona en tu propia mente.
Brian Tracy
Cada vez que
salga al aire libre, retraiga el mentón, lleve
erguida la cabeza y llene los pulmoneshasta que
no pueda más; beba el sol;salude a sus amigos con
una sonrisa,y ponga el alma en cada apretón de
manos.No tema ser mal comprendido y no pierda
un minuto en pensar en sus enemigos.Trate de
determinarfirmemente la ideade lo que desearía hacer.Y entonces sin
cambiar de dirección,irá directamente a la meta.
Tenga fija la atención en las cosas grandes y espléndidas que le gustaría
hacer, pues, a medida que pasen los días, verá que, inconscientemente,
aprovecha todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento
de su deseo.Fórjese la idea de la persona capaz,
empeñosa,útil, que desea ser, y esa idea le irá
transformando hora tras hora en tal individuo.El pensamiento es supremo. Observe una actitud mental adecuada:la actitud del valor, la franqueza y el buen talante.Pensar bien es crear. Todas las cosas se producen a través del deseoy todas las plegarias sinceras tienen respuesta.Llegamos a identificarnos con aquelloen que se
fijan nuestros corazones.Lleve, pues, retraído el
mentón y erguida la cabeza:Todos somos dioses en
estado de crisálida.
Elbert Hubbard
Me gustas tú
por la forma en que me siento cuando estoy contigo.
Jaime Lopera Gutiérrez
Según la
ley de la compensación, por cada lección a aprender en la vida, hay un
regalo para compartir con los demás, un talento para ayudar a las otras
almas a dominar los desafíos, aprender las lecciones y despertar a la
verdad.
John Randolph Price
La fragancia de
la rosa permanece en la mano que la arroja.
William
Shakespeare
El individuo
que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores
dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos
individuos surgen todos los fracasos humanos.
Alfred Adler
Para ser
interesante hay que interesarse.
Charles Northam
Lee
Cuando un
hombre se guía por los principios de la reciprocidad y la conciencia, no se
halla muy lejos de la ley moral. Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo
hagas a los demás.Los que son
leales a sí mismos, cumplen con su naturaleza. Los que cumplen con su
naturaleza, pueden cumplir con la naturaleza de los demás. Los que cumplen con
la naturaleza de los demás, pueden cumplir con la naturaleza de las cosas. Los
que cumplen con la naturaleza de las cosas, pueden ayudar a la Naturaleza para
que sustente la vida.
Confucio
El hombre debe
ayudarse a sí mismo, porque de otro modo jamás podrá ser ayudado en forma
eficiente por otros.