MIENTRAS ESTÁS HACIENDO OTROS PLANES |
Dos jóvenes
americanos, investigadores, fueron al Japón a un monasterio Zen en Kyoto para
descubrir los secretos del budismo Zen y la meditación. Los jóvenes
americanos observaron que el maestro Zen se comportaba de una manera muy simple;
él hacía todo lo que estos dos jóvenes visitantes hacían: en la mañana él
acostumbraba trabajar en el jardín, solía trabajar en la cocina ayudando en el
lavado, hacía todas las actividades triviales junto con ellos. Nunca lo vieron
sentado en meditación. Lo encontraban trabajando y pasando el día de un modo
completamente simple y modesto. Después de una
semana, los jóvenes americanos dijeron: -Bien, ¿para qué
hemos venido aquí? No hay nada especial en él. Come con nosotros, come como
nosotros, trabaja con nosotros, trabaja como nosotros, ¿para qué hemos venido?. Observaron un par de
días más y luego fueron donde el maestro y le dijeron: -Hemos venido aquí
para aprender meditación, no lo hemos visto a usted meditando, no vemos nada
especial en usted, señor. Trabaja con nosotros como trabajamos nosotros, y come
con nosotros tal como nosotros comemos. El maestro Zen les
dijo: -Esperen un minuto.
Yo trabajo con ustedes, pero no como ustedes; cuando yo trabajo, trabajo y no me
preocupo y ustedes sí lo hacen. Cuando como, como, pero ustedes, no, ustedes
piensan. El secreto de la meditación es que cuando yo como, como; cuando duermo,
duermo, pero ustedes cuando duermen, sueñan. Esa es la diferencia, la esencia
interior es diferente; el estado de ser es diferente.
Rafe Martin - Manuela Soares El propósito de la vida es vivir. Vivir es relacionarse con aquello que
está alrededor nuestro y dentro de nosotros. Vivir es un movimiento de relación;
cuando una persona está sola o aislada, hay existencia, supervivencia física,
pero no hay vida. La vida está contenida en
el movimiento de relación y uno tiene que aprender cómo moverse a través de la
relación manteniendo la propia libertad, la propia iniciativa, el propio
equilibrio. Tenemos el don de la
energía autoconsciente, podemos pensar, ser conscientes, darnos cuenta. Gracias
a esta energía autoconsciente, es una responsabilidad del ser humano encontrar
el significado de la vida, descubrir el camino de la armonía, el amor y la paz. Como el lenguaje tiene
palabras que son sonido, y el sonido es una energía que contiene luz en ella,
hemos aprendido a relacionarnos con este sonido y lenguaje que nos enseñaron
desde la niñez, pero nadie nos ha enseñado a relacionarnos con el silencio del
cual nacen el sonido y el lenguaje; el silencio y el lenguaje, sonido y
silencio, ellos juntos constituyen la totalidad de la vida. Vivir implica ser capaz
de estar en silencio cuando el lenguaje no es necesario; el lenguaje es una
parte, el silencio es la otra. Debemos aprender a
relacionarnos con el placer y el dolor. Si uno se apega al placer pretendiendo
huir del dolor, puede correr toda la vida pero no podrá evitarlo. Tenemos que
aprender a vivir con el placer y el dolor, sin apegarnos a uno ni huir del otro. Así como hay un
movimiento de relación, hay momentos en que no hay nadie alrededor y se está
solo en la vida; si no se sabe estar solo, si sentimos miedo cuando estamos
solos, si nos sentimos solitarios, nos aburrimos, estaremos corriendo tras la
gente, adhiriéndonos, apegándonos a ella ya sea dominándola o dependiendo de
ella; la dependencia es también una forma de dominación. Uno tiene que aprender a
estar en relación, tanto como a estar en soledad, la soledad de la vida. Cuando
hemos aprendido ambos aspectos, hemos aprendido a estar solos gozosamente, sin
temor, sin aburrimiento, y cuando aprendemos a movernos en la relación, en paz y
amor, sólo entonces el acto de vivir será total. El silencio y la palabra
parecen ser contradictorios, parecen ser incompatibles, pero en realidad,
constituyen juntos la totalidad de la vida. La soledad y la relación parecen ser
contradictorias, pero en esencia no lo son, constituyen la indivisible
homogeneidad de la vida. Lo que tenemos hoy en
día, aquí y ahora, lo que tenemos en el presente, es la única realidad. No hay
vida, aparte de lo que existe en el presente, en el aquí y en el ahora. La vida no puede ser
dividida. No existe una vida mundana y otra espiritual aparte. La vida está en
su totalidad en cada momento, cada día, y la espiritualidad está contenida en
nuestra actitud hacia el acto de vivir, nuestra manera de abordar la vida,
nuestra actitud ante la vida; el estado interno en que vivimos a lo largo del
día. Las relaciones son las
oportunidades para descubrir el significado de la vida, no se puede descubrir el
significado de la vida huyendo de ellas. Las relaciones no son obstáculos, ellas
no nos mantienen en cautiverio, ni limitan nuestra vida, más bien son
oportunidades para descubrir cómo somos, como un espejo; uno se sienta ante el
espejo y se mira a sí mismo, usted es el que mira y el que es mirado, usted es
el que mira y el reflejo, es ambos. Las relaciones son como
espejos donde se refleja su estado mental, donde usted se refleja tal como es.
En estas relaciones descubriremos lo que somos, lo que es esta mente, por qué
pierde su equilibrio, por qué se disgusta, porqué se irrita, se enoja. Vimala Thakar
Si alguien está parado
en una orilla y quiere llegar a la orilla opuesta, tiene que usar una
embarcación o nadar hasta el otro lado. No puede simplemente desear: -Oh, orilla opuesta,
¡por favor acércate hasta aquí para que yo pueda pasar al otro lado! Buda En la oscuridad existe
la luz, no miréis con una visión oscura. En la luz existe la oscuridad, no
miréis con una visión luminosa. Sandokai Como cuando
Hokyo Zan Mai
No tengo parientes. Yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean.
No tengo hogar. Yo hago que el Tan T´ien lo sea.
No tengo poder divino. Yo hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios. Yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder mágico. Yo hago de mi personalidad mi poder mágico.
No tengo cuerpo. Yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos. Yo hago del relámpago mis ojos.
No tengo oídos. Yo hago de mi sensibilidad mis oídos.
No tengo leyes. Yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo ideas. Yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros. Yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios. Yo hago mis principios de la adaptabilidad a todas las circunstancias.
No tengo tácticas. Yo hago del vacío y la plenitud mis tácticas.
No tengo talento. Yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos. Yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos. Yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura. Yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo. Yo hago de mi mente inamovible mi castillo.
No tengo espada. Yo hago de mi No Mente mi espada.
El credo del samurái
Mi experiencia se forma en lo que yo acepto poner atención.
William James
Si realmente queremos vivir, sería mejor que empezáramos de una vez a intentarlo, si no queremos, no importa, pero sería mejor que empezáramos a morir.
Wystan Hugh Auden
Para el hombre corriente, cuya mente es un tablero de reflejos, opiniones y prejuicios que se entrecruzan, la atención pura es prácticamente imposible. Su vida está así centrada no en la realidad en sí, sino en sus ideas acerca de ella. Al concentrar la mente por entero en cada objeto y en cada acción, la meditación la despoja de pensamientos extraños y nos permite entrar en una relación plena con la vida.
Philip Kapleau
Deberías estar agradecido por la mala hierba que hay en tu mente, porque, con el tiempo, enriquecerá tu práctica.
Shunryu Suzuki
La vida no se hizo para entenderla; la vida se hizo para vivirla.
George Santayana
La vida es aquello que ocurre mientras estás haciendo otros planes.
John Lennon «Beautiful Boy»