4. LEY DE LAS EXPECTATIVAS

 

 
 
La ley de las expectativas establece que todo lo que esperes con una determinada certeza se convertirá en tu propia profecía de auto cumplimiento. Dicho de otro modo, lo que consigas en la vida no tiene necesariamente que ser lo que quieres, sino lo que esperes.
 
Tus expectativas ejercen una poderosa e invisible influencia que hace que las personas se comporten y las situaciones se desarrollen según tus previsiones.
 
Por tu forma de hablar sobre cómo piensas que resultarán las cosas, se diría que en cierto modo estás constantemente actuando como adivino de tu propia existencia.
 
Las personas acostumbradas al éxito suelen tener auto expectativas llenas de certidumbre y positivismo. Esperan tener éxito, esperan gustar, esperan ser felices, y casi siempre se salen con la suya.
 
La gente que tiene poco éxito se caracteriza por sus expectativas negativas, fatalistas y pesimistas. Esto hace que de alguna manera las situaciones se resuelvan de la forma esperada; es decir, teñidas de negativismo.
 
La fuerza de tus expectativas está en proporción directa a la consideración que te merezca la validez de la fuente. Cuanto más grande sea la consideración que dispenses a otra persona, mayor será la influencia que él o ella ejercerá sobre las expectativas que tengas de ti mismo.
 
Las expectativas que producen impacto en tu vida tienen cuatro fuentes. La primera son las expectativas de tus padres. Todos estamos inconscientemente programados para responder más o menos a las expectativas que nuestros padres tenían formadas de nosotros y que nos fueron comunicadas mientras crecíamos.
 
La necesidad de tener el beneplácito de nuestros padres perdura incluso después que éstos no estén ya con nosotros. Si tus padres esperaron de ti un buen comportamiento, si te mostraron su confianza y te estimularon de forma positiva a que tuvieses la mejor actuación posible o que llegases a ser lo que más pudieses, su manera de actuar sin duda tuvo una enorme influencia en la persona en la que definitivamente te has convertido.
 
Si por el contrario, como sucede en muchos casos, tus padres no tuvieron de ti ningún tipo de expectativas o las que tuvieron fueron negativas, puede que todavía te sientas inconscientemente obligado a no desmentir a tus padres.
 
La segunda fuente de expectativas que afecta a tu conducta está personalizada en tu jefe y en lo que éste espera de tu actuación en el trabajo. La gente que depende de jefes que manifiestan expectativas positivas suele ser más feliz en su trabajo, tener mejor actuación y conseguir más cosas que aquella otra cuyos jefes adoptan posturas negativas o críticas.
 
Dado que las expectativas de aquellas personas de las que dependen tus ingresos proyectan una fuerte influencia sobre ti, no es probable que te sientas feliz y seguro trabajando para gente con actitudes y comportamientos negativos.
 
La tercera fuente está constituida por las expectativas que de ti tienen tus hijos, tu esposa y tus empleados. En este caso eres tú quien tiene un fuerte impacto en la personalidad, conducta y actuación de la gente que busca en ti guía y protección.
 
 Cuanto más importante seas en la vida de la otra persona, más poderosamente influirán tus expectativas en su actuación. Quizá la más efectiva y predecible conducta motivacional que puedas adoptar sea la de esperar lo mejor de los otros. Ten por seguro que entonces ellos tratarán siempre de quedar bien ante ti.
 
Muchas personas atribuyen su éxito en la vida a la influencia de alguien respetable que constantemente reconocía sus méritos y les expresaba su confianza en que llegarían a ser algo más que de lo que eran en esos momentos.
 
 Quizá la cosa más amable que puedas hacer por tu prójimo es decirle:
 
-Confío en ti. Sé que puedes hacerlo.
 
La cuarta fuente son las expectativas que tienes de ti mismo. Lo notable de las expectativas es que puedes fabricarte las tuyas propias. Puedes crearte tu propio aparato mental, tu forma peculiar de abordar el mundo, así como esperar lo mejor de ti en cada coyuntura.
 
Tus propias expectativas son en sí mismas lo suficientemente poderosas como para neutralizar cualquier otra expectativa negativa que alguien pudiera tener de ti. Puedes crear a tu alrededor un campo de energía mental positiva si esperas con fervor sacar algo en limpio de cada situación.
 
Imagínate que vas todo el día de un lado para otro creyendo que algo bueno te va a suceder. Piensa cuánto más positivo, optimista y jovial serías si estuvieses absolutamente convencido de que todo se conjura para hacerte feliz y exitoso.
 
Nunca podrás elevarte por encima de lo que marquen las expectativas que tengas de ti mismo. Puesto que esas expectativas están completamente bajo tu control, asegúrate que sean coherentes con lo que quieras que suceda. Espera siempre lo mejor de ti.
 
Cuando empieces a trabajar de modo consciente con esta ley mental, te harás para siempre con un poder que es prácticamente ilimitado. La fuerza de las expectativas positivas puede cambiar por sí sola tu personalidad y el signo de tu vida.
 
Brian Tracy
 
 
La mujer no busca momentos, espera acontecimientos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance.
La mujer no espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera la hagan sentir bella.
La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.
 
María Inés Bernal
 
 
 

Llegar a ser verdadero. Aprender a tomar una posición. Definirse, desarrollar el centro de un mismo, entender la base del existencialismo: una rosa es una rosa. Yo soy lo que soy, y en este momento, no puedo ser diferente de lo que soy. Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo. No estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y tú no estás en este mundo para llenar las mías. Tú eres tú, y yo soy yo y si por casualidad nos encontramos es hermoso, si no, no puede remediarse

Fritz Perls

 

Las expectativas de los profesores tienen un enorme impacto en la actuación escolar de sus alumnos; si los estudiantes son conscientes de que se espera de ellos un buen aprovechamiento académico, su rendimiento es mucho mejor que en el caso de que no existiesen dichas expectativas.

 

Dr. Robert Rosenthal, Universidad de Harvard

 
 

Cuando la gente ve siempre las mismas personas, acabamos haciendo que pasen a formar parte de nuestra vida. Y como forman parte de nuestra vida, pasan también a querer modificar nuestra vida. Si no actuamos tal como ellas esperan, se disgustan. Porque todas las personas tienen una idea exacta de cómo debemos vivir nuestra vida. Y nunca tienen idea de cómo vivir la suya propia.

Paulo Coelho

 

El liderazgo consiste en liberar las posibilidades humanas, es la capacidad de inspirar a la gente del grupo: moverlos, animarlos e incitarlos a la actividad, y ayudarlos a centrarse y a rendir al ciento por ciento. Es comunicarles que crees que son importantes, que sabes que tienen algo crucial para aportar. La confianza que tengas en los demás determinará de alguna manera la confianza que ellos tengan en sí mismos.

Joseph Jaworski

 

 
Si uno está dirigiendo, enseñando, tratando con jóvenes o realizando cualquier otra actividad que implique influir, dirigir, guiar, ayudar a nutrir, todo el tono de la relación estará condicionado por la propia fe en las posibilidades humanas. Ése es el elemento generativo, la fuente de la corriente energética que vitaliza la relación.

John Gardner

 

Si no puedo ser alguien que «es», prefiero ser alguien que «pudiera ser», porque alguien que «pudiera ser», es alguien que «puede ser» que esté tratando de alcanzar las estrellas. Prefiero ser alguien que «ha sido», que alguien que «ha podido ser», porque alguien que «ha podido ser» nunca ha sido, pero alguien que «ha sido» en otra época, fue alguien que «es».

Milton Berle

 

El mayor peligro no es que sus esperanzas resulten demasiado ambiciosas y no logre alcanzarlas, sino que resulten demasiado modestas y sí lo logre.

Miguel Ángel

 

Nos preguntamos «¿Quien me he creído para ser brillante, espléndido, talentoso, sensacional?», pero en realidad, ¡Quiénes nos hemos creído para no serlo?.
 
Marianne Williamson
 
 

La culpa es culpa por la obligación que contraemos ante nosotros mismos de ser nosotros mismos. La falsa culpa es la culpa que se siente por no ser lo que otras personas creen que uno debería ser o suponen que es.

Ronald David Laing

 
Te hablé con los ojos y tú no escuchaste. Recurrí a las palabras y tú no me oíste. Me entregué y no lo valoraste. Y ahora, cuando te enseño plata, me entiendes. Debería haber sido joyera, no poeta.
 
Susan Edwards
 
 
 
Pon el corazón en llegar a ser todo lo que puedas ser. Cualquier cosa es posible en el corazón. Tú sabes con el corazón que las cosas saldrán de la mejor manera posible. Si tu corazón es puro, podrás conseguir lo que desees. Independientemente de lo que parezca estar sucediendo a tu alrededor, sabrás con el corazón que podrás lograr lo que te propongas.
 
Deepak Chopra
 

La única razón de tu sufrimiento son tus ideas sobre cómo deberían comportarse las personas en relación contigo, creyendo que tus ideas son las más correctas. No sufres por lo que otros hacen, sino por la expectativa de que ellos se comporten según tus deseos. Y ellos violan tus expectativas. Son tus expectativas las que te hieren. Disminuye tu nivel de ansiedad y de eso surgirán tus maravillosos resultados. Quedarás en paz, las personas continuarán actuando de acuerdo con una programación propia, y esto no te acarreará el más mínimo sufrimiento; tendrás más energía para hacer lo que quieras, pues no gastarás tu tiempo esperando que los otros vivan de acuerdo con los planes que tú trazaste.

Anthony de Mello

 

 

Página Principal   Leyes naturales