LA VIDA ES COMO UNA CAJA DE CHOCOLATES

 

 

No hace mucho la volví a ver, pasó a visitarme por el trabajo, siempre sonriente, siempre feliz, conversamos muy poco y luego se marchó.

Nos conocimos hace más de diez años en un momento de cambios en mi vida y uno de ellos fue cambiar de empleo. Uno de mis primeros retos en ese momento era superar mi absoluto desconocimiento del mundo de la informática. Así que me inscribí en un curso sabatino de un año de duración donde aprendería computación empezando desde cero.

 

Acudí más asustado que otra cosa y temblando por todos lados; muy cerca de mí estaba ella, una mujer de baja estatura, algo mayor, con ropa oscura de monja y su infaltable maletín.

 

Durante las clases hacía bromas todo el tiempo y todos nos reíamos; eso me ayudó a perder el miedo y comencé a involucrarme más y de ser el que menos sabía pasé a ser el que más rápido aprendía.

 

La Hermana Rosa -muy lejos de su natal Galicia-  y yo nos convertimos en amigos durante aquella época, ella me cuidaba el puesto en el laboratorio de computación, me animaba siempre, yo la ayudaba en lo que no entendía muy bien y conversábamos en los intervalos, antes y después de clase.

 

En cierta ocasión, le pregunté inocentemente para qué ella estudiaba computación; al contestarme le brillaban los ojos al explicarme que todo lo que ella aprendía en aquellas clases luego se lo enseñaba a los niños y niñas de un colegio donde ella daba clases, ubicado en una de las barriadas más pobres de Caracas.

 

Sabiendo esto, comencé a conseguirle materiales que llegaban a mis manos tales como manuales de computación, cintas VHS con clases de informática, folletos, algún libro… todo era valioso en un lugar donde carecían de todo.

 

En otra oportunidad, la congregación a la que pertenecía la envió al interior del país para instruir a muchachas jóvenes en agricultura y proveerles herramientas que impidieran que cayeran en actividades no deseables para ellas.

 

Mientras me mostraba las fotos de aquella labor que estaba desarrollando, me transmitía toda la alegría que sentía, toda la pasión y satisfacción al poder ayudar a otros.

 

Elias Benzadon

 

 

La mayoría de las personas se concentran más en lo que no está bien, según su juicio, que en lo que les parece bueno. Al concentrarse más a menudo en lo que falta o en lo que no está bien, ahuyentan la paz, el bienestar y la felicidad. Es necesario tener más maneras de ver las cosas bien, más razones para agradecer y más palabras positivas para sentirse bien más a menudo.

 

Ser flexible en las exigencias, aprovechar los cambios, no molestarse por cosas que no tienen valor; buscar ser feliz y serlo, es parte de la experiencia ya que realmente nacemos para vivir. Buscar estar en paz con aquellos que amas, darle el beneficio de la duda cuando sucede algo que no esperas o que te disgusta, siempre y cuando no rompas tus principios y valores, es ganar vida.

 

Comunicarte sin juzgar, buscar entender antes de ser entendido; esforzarte por lo que vale, y dejar pasar las cosas pequeñas que no valen, se convierte en una ventaja. Busca muchas maneras de ver las cosas bien y pocas para ver las malas.

 

Crea opciones para ser flexible en tu visión y no veas las cosas imperfectas sino míralas como parte de las estrategias universales para crecer y ser feliz, esto cambiará la manera de sentirte.

 

El perfeccionismo es una percepción específica de cómo queremos las cosas, pero es subjetivo. Si esta manera de pensar lleva al estrés negativo, a la falta de salud, a la falta de paz y a la infelicidad propia y de los demás, debemos reconsiderar nuestra manera de percibir las cosas.

 

Debemos tener muchas alternativas para ser feliz. Lo externo, lo circunstancial, lo cambiante, no debe ser causante de nuestra infelicidad, si tenemos opciones múltiples para sentirnos felices, para ver lo mejor en otros y para creer que siempre hay algo positivo en las experiencias, será más fácil ser feliz y más difícil no serlo.

 

Revisa tu manera de ver las cosas y permite que el bienestar y la alegría sean la norma y no la excepción en tu vida.

 

Alison McCarthy, Psicólogo y consultora en liderazgo

 

 

 

Dr. Bernie Siegel

 

 

Continúa, y tu voluntad te llevará a tu mejor expresión.

 

Diego Rivera

 

 

Cuando dejes de disputar contigo mismo, dejarás de disputar por cosas sin importancia.

 

Horacio

 

 

Por más incapaz que sea de obtener algo para mi propio beneficio y aunque no sepa ahorrarme el menor trastorno, estoy dotado -y ése es sin duda mi único don- del poder de procurar muy a menudo la felicidad de los demás y de aliviarles de los dolores y las penas que tienen. No sólo he reconciliado a personas enemigas entre sí, sino también a amantes; he curado a inválidos, al tiempo que sólo soy capaz de agravar mis propias enfermedades; he puesto a trabajar a los vagos sin dejar de ser yo un vago.

 

Marcel Proust

 

 

Fuera del campo de golf, las personas que me inspiran son las que están más cerca: mi papá, mi abuelo. No necesitan ser famosos para admirarlos, basta que tengan calidad humana, que transmitan algo positivo, que sean agradecidos y que sepan arreglar problemas. Tenemos que aprender a admirar a quienes están con nosotros. Siempre tengo que buscar tiempo para mi familia. El golf es importante y me da buenos resultados, pero mi prioridad es Dios, mi familia y mis amigos, porque ellos son los que me hacen ser quien soy y ser feliz. No hay excusa. Por muy ocupada que esté siempre busco tiempo para las personas importantes, de otra forma no puedes hacer un buen balance y tu vida no funciona. A mi familia y mis amigos les dedico tiempo de calidad, nos vamos de vacaciones sin hablar de trabajo.

 

Lorena Ochoa, golfista internacional

 

 

Las puertas de la iluminación y la felicidad están siempre abiertas; atrévete a cruzarlas.

 

Antonio Blay Fontcuberta

 

 

Actuar es sólo una manera de ganarse la vida. La familia es la vida.

 

Denzel Washington, actor

 

 

La mayor felicidad es la que no buscas ni esperas.

 

Sófocles

 

 

No pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro. Tienen que confiar en algo: su instinto, su destino, su vida, su karma, lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, y ha hecho la diferencia en mi vida. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuándo lo encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan. Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas, es decir, vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencie su propia voz interior. Y más importante todavía: tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario. Seguid hambrientos. Seguid alocados. Siempre he deseado eso para mí

 

Steve Jobs

 

 

Si no quieres sufrir innecesariamente, no exijas a los demás lo que eres incapaz de dar, ni cuestiones a nadie sin tener una base sólida para juzgarle. No pongas trabas a tu propia felicidad.

 

Jessica Tate

 

 

La vida es como una caja de chocolates, nunca se sabe lo que te va a tocar.

 

Tom Hanks «Forrest Gump»

 

 

Hay que tener alma de cocinero. No hay oficio en el que pueda sobrevivir alguien que no tenga pasión.

 

Paulino Cruz, chef internacional

 

 

La gente feliz es más creativa y productiva, gana más dinero, tiene más amigos, disfruta de más estabilidad en su matrimonio, goza de mejor salud e incluso vive más años que las personas gruñonas. La mayoría de la gente tiende a creer que ciertos factores externos –como tener una casa más grande o un mejor empleo, o ganarse la lotería- mejorarán su vida. Si bien éstos producen satisfacción, el sentimiento es pasajero y se disipa invariablemente.

 

Dianne Hales

 

 

La felicidad es un hábito, o el resultado de varios hábitos.

 

Aristóteles

 

 

Las personas que dicen ser felices son aquellas que forman parte de una comunidad, viven sus vidas orientadas hacia ciertos propósitos y no se ahogan en un vaso de agua. Llevamos una vida feliz cuando nos complace y nos llena compartir con nuestros seres queridos, cuando aprendemos algo nuevo o cuando emprendemos un nuevo proyecto en el trabajo. Cuánto más llenos están nuestros días de estas experiencias, más felices nos sentimos.

 

Sue Halpern

 

 

Después de cierta edad tendemos a incluir en nuestras decisiones la reflexión de que la vida es corta y tratamos de deshacernos de las personas y las cosas -como los alimentos dañinos- que no nos hacen felices. Desde luego, todo esto se reviste de cierta tristeza porque es la etapa de la vida en que la gente empieza a enfermarse, y sin duda eso reduce su cociente de felicidad.

 

Nora Ephron

 

 

Después de dieciocho años de estudiar la felicidad, caí en la misma trampa que todos los demás. Estaba eufórica por haber comprado un auto nuevo, un híbrido que había deseado durante mucho tiempo, pero a los dos meses se volvió aburrido conducirlo. La felicidad es como tratar de bajar de peso. Todos sabemos cómo quitarnos algunos kilos de encima; lo difícil es no volver a engordar. La clave de la felicidad duradera es ver más allá de los placeres efímeros y concentrarse en los pilares de la felicidad auténtica: el compromiso con la familia, el trabajo o una actividad que nos apasione, y sentirnos motivados por un objetivo mayor. La gente infeliz puede ser más feliz aprendiendo los hábitos de la gente feliz. Decidir ser más feliz entraña tomar una decisión sobre qué perspectiva asumir y reconocer que la decisión está en sus manos.

 

Sonja Lyubomirsky, psicóloga

 

 

Las personas exitosas nunca se consideran exitosas. Nunca se llega en realidad, y eso les da empuje. Creo que se debe aprender continuamente, todos los días. Creo que si hoy hacemos algo, mañana debemos ser capaces de hacerlo mejor. Creo que la mayoría de las metas, como el éxito, son una ilusión. El viaje en sí debería ser la meta. La pasión, las maravillosas experiencias que tenemos hacen que el viaje resulte tan placentero. Creo que el caos es el oxígeno que alimenta la creatividad, cierto nivel de caos puede ser muy productivo, ayuda a alimentar su pasión. Trato de mantener limpio mi pensamiento y de saber qué está bien y qué está mal, de vivir de una manera limpia y de equilibrar las cosas que resultan importantes en mi vida. Eso es lo que me esfuerzo en conseguir. Conozco gente que ha entregado su vida entera al trabajo. Creo que es importante buscar el equilibrio en la vida, y eso es algo que todavía trato de encontrar. Debemos ser sinceros con nosotros mismos.

 

Aubrey Balkind

 

 

Una moneda tiene dos lados: cara y cruz. Ninguno es mejor que el otro. Ninguno es bueno ni malo. Ambos son necesarios para completar la moneda. Sin embargo, si un día nos parece que la cara es el mejor resultado, que la cara es buena, entonces nos parecerá que la cruz es mala. Y tendremos opuestos, cuando la realidad es que la cara y la cruz son lados complementarios de una misma moneda y que una no puede existir sin la otra. Si pudiéramos librarnos de la mala costumbre de ver todo en términos de opuestos, sencillamente veríamos «lo que es». Tendríamos una perspectiva clara; dejaríamos de tener una «visión nublada» y «veríamos» ante nosotros, con toda sencillez y claridad, el sendero que conduce a nuestro máximo potencial.

 

Vincent Roazzi

 

 

La felicidad reside en hacer felices a otras personas, en abandonar nuestros propios intereses para brindarles dicha a los demás. El hacer felices a los demás no sólo es sumamente importante para nuestra propia felicidad, sino que es también una experiencia muy satisfactoria. Algunas personas sólo piensan en su propia familia. Otros piensan únicamente en sí mismos. ¡Y son precisamente tales personas las que nunca logran ser felices! El vivir para sí mismo es la fuente de todos los sufrimientos. Al prestar servicio espiritual, mental y material a los demás, comprobarás que tus propias necesidades serán satisfechas. Al olvidarte de ti mismo para ayudar a otros, descubrirás que, sin pretenderlo, el cáliz de tu propia felicidad se colmará. Cuando llegaste a este mundo, tú llorabas mientras los demás sonreían. Deberías vivir tu vida de tal manera que cuando partas de este mundo, todos lloren, mientras tú sonríes.

 

Paramahansa Yogananda

 

 

 

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