Mi meta principal fue llegar a ser el mejor
haciendo las cosas paso a paso; no concibo ninguna otra manera para lograr
las cosas. La gente tenía planes diversos para mí, pero yo tenía el mío.
Siempre me he propuesto metas a corto plazo.
Al mirar atrás me doy cuenta de que cada uno
de esos pasos o éxitos parciales me llevaron al siguiente. En todo momento
tenía en mente lo que quería llegar a ser, es decir, el tipo de jugador en
que deseaba convertirme.
Creo que cada meta era lograda en función de
la meta última y más importante. Las metas alcanzadas me llevaban a pensar
en otras. Cada pequeño triunfo me hizo ganar un poco de confianza. Solo me
concentraba en el siguiente paso. Pienso que podría haber aplicado este
sistema a cualquier actividad que hubiera elegido.
Todos los pasos preliminares son como las
piezas de un rompecabezas; al unirse forman una imagen. Si el rompecabezas
llega a completarse usted ha logrado su propósito; si falta una pieza, no se
desanime.
Si ha hecho su mejor esfuerzo habrá logrado
muchas cosas a lo largo del camino. No todos pueden completar la imagen,
pero sí se convertirá usted en uno de los mejores.
No temo preguntar cualquier cosa a quien sea
si no tengo las respuestas o el conocimiento que necesito. ¿Por qué he de
tener miedo? Mi intención es llegar lejos y por eso pido ayuda e
instrucciones, no hay nada de malo en ello.
Nunca tomo en cuenta las consecuencias de
fallar un tiro importante. ¿Por qué? Porque cuando se piensa en las
consecuencias siempre se piensa en un resultado negativo. Si acepto
cualquier reto siempre pienso que lograré el éxito. Jamás pienso en lo que
sucederá si fracaso. Sin embargo he visto cómo la gente se paraliza por
miedo al fracaso.
Ese miedo surge de la confusión o del pensar
en la posibilidad de obtener un resultado negativo. Pueden tener miedo de
quedar mal o de hacer el ridículo. Eso no es bueno para mí. Sé que el temor
puede ser un obstáculo para algunas personas, pero para mí no es más que una
ilusión.
Cualquier temor es una ilusión. Parece que
hay un obstáculo en el camino pero en realidad no existe. Lo que sí existe
es la oportunidad de hacer el mejor esfuerzo y obtener el éxito.
Si resulta que mi mejor esfuerzo no es
suficiente, al menos no tendré que mirar atrás y decir que tuve miedo de
intentarlo. El fracaso siempre me ha fortalecido para la siguiente prueba.
Mi consejo es que usted debe pensar
positivamente y encontrar fortaleza en el fracaso. En ocasiones el fracaso
nos acerca a donde queremos llegar. Pienso que a veces el temor proviene de
la falta de concentración, especialmente en el caso de los deportes.
Si yo me parara en la línea de tiro pensando
en que hay diez millones de personas observándome en sus televisores, no
habría logrado nada, por eso trato de situarme, mentalmente, en un lugar
familiar.
Acepto el fracaso, todos fallamos en algo
pero no puedo aceptar el que no se intenten las cosas. Las verdad es que el
triunfo no importa mucho, siempre y cuando haga el mejor esfuerzo con todo
su corazón y esforzándose al 110 por ciento.
La gente me decía que era mejor evitar el
camino difícil, pero yo no estaba dispuesto a hacerlo. El compromiso con mis
metas determinaba cada acto.
Quería descubrir las cosas por mí mismo,
deseaba conocer el terreno en que me encontraba. Siempre he creído que si
uno se pone a trabajar, los resultados llegarán tarde o temprano.
No hago las cosas creyendo a medias. Sé que
al hacerlo así solo puedo esperar resultados mediocres. Pero es así como
mucha gente aborda sus asuntos. Y por eso muchos fallan. El aceptar
responsabilidades es parte del compromiso a que me refiero.
Por supuesto que encontrará usted obstáculos
o distracciones. Si trata de lograr algo, siempre habrá problemas en el
camino. Yo me he topado con ellos; a todos nos ha sucedido.
Pero los obstáculos no tienen por qué
detenerle. Al toparse con un muro, no dé la espalda considerándose
derrotado. Arrégleselas para escalarlo, para romperlo o camine alrededor
para superarlo.
Yo trataba de vivir de acuerdo con las
esperanzas que los demás tenían en mí en lugar de seguir mi propio camino.
Usted tiene que ajustarse a su proyecto; muy
pocos logran algo de valor tomando el camino fácil. La mayoría obtiene sus
metas por medios honestos, planteándose metas y comprometiéndose a
alcanzarlas. Sea como sea, ése es el camino que a mí me gusta recorrer.
El talento gana juegos,
pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos. Parece que
nuestra sociedad tiende a convertir los niveles individuales de éxito en una
cuestión glamorosa, sin considerar el proceso en su totalidad.
¿De qué sirve un gran
ejecutivo con ideas brillantes si no cuenta con las personas que han de
convertirlas en realidad? Si usted no pone cada pieza en su lugar,
particularmente en las bases, de nada sirve la idea.
Los gerentes deben
encontrar la manera de utilizar el talento individual para lograr los
objetivos de la empresa. Nos tomó cierto tiempo comprenderlo. Se trata de un
proceso en que debe desaparecer el egoísmo. A nuestra sociedad le cuesta
trabajo entenderlo.
A veces la gente no sabe
desempeñar roles que requieren olvidarse de ser superestrella. Por lo
general, domina una tendencia a ignorar o faltar al respeto a las partes que
permiten el funcionamiento del todo.
En todo deporte hay equipos
con grandes jugadores que jamás ganan un título. Es común que esos jugadores
no estén dispuestos a sacrificarse por el bien del equipo; su poca
disposición para el sacrificio hace que las metas individuales sean más
difíciles de alcanzar.
Si los objetivos se
conciben y logran como equipo, las carreras individuales destacarán por sí
mismas. ¿Quieren mi opinión? Prefiero contar con cinco tipos menos
talentosos que desean formar equipo a disponer de cinco tipos que se
consideran estrellas y no quieren sacrificarse.
En el instante mismo que
uno se aleja de lo básico, los cimientos se debilitan hasta derrumbar toda
la estructura. Los cimientos, las piedras o principios básicos, permiten que
todo funcione. No importa cuáles sean sus actividades o metas; jamás podrá
prescindir de lo básico si quiere ser el mejor.
A muchas personas no les
interesa este tema. Buscan resultados gratificantes, instantáneos, y deciden
saltarse unos cuantos escalones. Al principio puede salirse con la suya,
pero llegará un momento en que todo quedará al descubierto.
En el instante mismo que
uno se aleja de lo básico, y se trate de la técnica, la ética laboral o la
preparación mental, los cimientos de su juego, desempeño académico o empleo,
se debilitan hasta derrumbar toda la estructura.
Cuando usted logra
comprender el uso de los ladrillos, comienza a comprender cómo funciona todo
el proceso de construcción. Y eso le permite obrar inteligentemente, ya se
trate de la escuela, los negocios o las cuestiones familiares.
Usted debe monitorear lo
básico constantemente porque, en realidad, lo único que se modifica es el
grado de atención que usted le presta. Recuerde que, a fin de cuentas, las
cuestiones básicas no cambiarán jamás.
Todo se resume a una
sentencia muy sencilla: existen buenas y malas maneras de hacer las cosas.
Vuelva a lo básico y elevará el nivel de todo lo que haga.
Si sus palabras no están
respaldadas por el buen rendimiento y el trabajo duro, no sirven para nada.
Siempre he tratado de ser líder con el ejemplo. Así es mi personalidad.
Nunca uso las palabras para
fundamentar mi liderazgo. Así que trato de integrar una imagen de duro
trabajo y disciplina.
Un líder tiene que ganarse
ese título, tiene que ganarse el respeto de quienes le rodean predicando con
el ejemplo. Debe ser consistente en su actividad. Quienes le rodean
necesitan saber qué pueden esperar de usted.
Si me consideraban el mejor
jugador, me propuse que todos estuvieran conscientes de que esos privilegios
eran el resultado del trabajo duro. Quise que mis compañeros comprendieran
que mi éxito no era el resultado de la fortuna.
Un líder no puede inventar
excusas, no olvide que debe existir calidad en todo lo que hace.
Usted debe transmitir sus
habilidades, su fuerza, sin importar el ambiente en el cual se desempeñe.
Pienso que un líder es también una persona que ha tenido éxito en el pasado
y que no teme llevar a los demás por el camino del triunfo en el futuro.
A lo largo del camino usted
debe tomarse el tiempo para determinar en qué cree y tiene que aferrarse a
sus convicciones.
Mis padres eran así, nunca
me decepcionaron, yo sabía que estarían presentes cuando la presión
aumentara. Cada hogar, negocio, barrio y familia necesita un líder real.
Sobran personas que hablen pero falta quien predique con el ejemplo.
Michael Jordan, jugador
de la NBA
Don Me Proponía tiene
un camaradacuyo nombre es No Hice Nada.¿Alguna vez
los viste ?¿Nunca los conociste?Esos dos sujetos
viven lado a lado
en la casa de Nunca He Ganadoy se cuenta
que de noche los va a verel fantasma de Lo Que Pudo Ser.
Jaime Lopera Gutiérrez
Preguntar es de sabios;
imaginar que se conoce todo es de necios. Cuando se alcanza la cumbre de la
sabiduría es precisamente cuando más se duda. Por este motivo, hay que
preguntar y no quedarse mudo mordiéndose el labio. Todo el ciclo de la
búsqueda del Grial se basa en una pregunta no formulada en el momento
oportuno. El caballero Perceval vio pasar el Grial ante él y no se atrevió a
preguntar a quién servía ese cáliz. Su timidez fue la causa de las
desgracias que ocurrieron en el reino del Rey Pescador y de sus propias
desdichas.
Jordi Oller
El
éxito no tiene un secreto único. Es el resultado de la conjunción de
diversas variables. El éxito requiere aspectos lógicos como objetivos
claros, planes de ruta, acción consciente y evaluación de resultados.
También amerita responsabilidad, creatividad, voluntad, auto confianza y
entusiasmo. Por eso cuesta alcanzarlo y sobre todo sostenerlo. El éxito es
un estado de conciencia y un nivel de logro, o sea una forma de pensar y una
medida de resultados concretos.
Renny Yagosesky
Las grandes
organizaciones no son sino la mera prolongación de
la sombra de un solo hombre.
Nuestro mayor triunfo
no consiste en no tropezar nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.
Ralph Waldo
Emerson
Si un hombre no
lleva el mismo paso que sus compañeros quizás sea que está oyendo otro
tambor. Que siga la música que oye, sin importarle su ritmo o su distancia.
Henry David
Thoreau
La clave del
éxito está en confiar en nosotros mismos y no en nuestras realizaciones.