Si la
leyenda de Los Beatles es solamente comparable con la leyenda de los
Caballeros de Mesa Redonda del Rey Arturo, entonces el místico George
Harrison, nacido el 25 Febrero 1943, sería comparable a Parsifal, aquel
hombre sincero, caballero humilde, leal, pero no menos noble que sus
compañeros, que después de la desintegración de la Mesa Redonda, fue en
busca del Cáliz Sagrado, verdadero remedio para todo, única fuente de
inspiración auténtica, donde beber el divino néctar del amor.
La figura
de Parsifal es la que mejor ilustra la personalidad del místico del siglo
veinte, George Harrison. Comparte con sus compañeros la gloria, el éxito, la
búsqueda incansable de fuentes nuevas de inspiración, pero no se estanca,
como ellos en lo puramente material, no se pierde, sigue buscando con
verdadera humildad, con sinceridad verdadera, no se arredra ante los
fracasos, y buscando el amor, halla la fraternidad universal y encuentra a
Dios.
John
Lennon nos habla de cómo George Harrison llegó a convertirse en el Tercer
Beatle, el guitarrista, el maese místico, la eminencia gris, sin la cual Los
Beatles no habrían llegado a donde llegaron. Fue George, el humilde George,
quien señaló a Los Beatles un rumbo nuevo, un camino desconocido, por
haberse interesado por el misticismo oriental.
Todo esto se
debió a que en 1966, Harrison se casó con Patty Boyd que era una ferviente
admiradora del misticismo hindú y entusiasmó a George a tal grado que ese
mismo año partieron para La India y allí George comenzó a oír la música
mística del raga, a pulsar la misteriosa cítara con el músico Ravi Shankar.
La India era otro mundo, nuevo,
maravilloso, un hallazgo el cual era necesario comunicar a los demás
George
conoció al Maharasihi y había seguido con él varios cursos de meditación. En
1967, George lleva a Los Beatles a La India en caravana artística junto con
una comitiva de grandes astros del mundo del arte y de admiradores en busca
de lo desconocido: parecía un reencuentro de Oriente y Occidente.
Las ideas
del Nirvana, la conciencia cósmica, la meditación trascendental, la mística
música del raga, la exótica cítara hindú, la practica del yoga, fueron las
ocupaciones obligadas de aquella Caravana de Occidente a la Cuna de la
Historia.
Los Beatles
acariciaban maravillados las exóticas cítaras hindúes y luego escuchaban con
deleite y con entusiasmo las lecciones de meditación que impartía el
Maharishi al cual admiraban y respetaban profundamente. Sin embargo el Maharishi resultó ser una gran desilusión para ellos.
Después de la
desilusión con el Maharishi, Los Beatles regresaron verdaderamente
decepcionados a Inglaterra, pero George, el constante, el fiel, el humilde
George, el Parsifal que busca la verdad practicando la virtud, se mantuvo
fiel a su mística. Aquello no había sido más que un tropiezo en su camino.
La filosofía oriental era la verdadera fuente de la cultura de Occidente.
Así que se convirtió en
el motor que transformaría a Los Beatles, quienes llegaron a tomar el
misticismo muy en serio. La canción «Within you,
without you» contenía en forma lírica su verdadero
mensaje:
«Cuando
hayas llegado a ver más allá de ti mismo, entonces
encontrarás la paz mental que te espera».
George parecía ser un
gurú, el poeta del «Ramayana»,
envuelto en inciensos exóticos, coronado por un arco iris, vestido con un
manto y turbante, en medio de la lánguida música de raga y tocando
suavemente, como acariciándola, su querida cítara. Este misticismo ya no lo
abandonaría jamás.De acuerdo con sus ideas
místicas, no es necesario ni el pasado ni el futuro para satisfacer el
presente, en el amor.
El conflicto
latente de George Harrison con Paul McCartney hizo crisis en forma
violenta. George siempre había pagado el triunfo del humilde al orgulloso,
siempre manteniendo la paz, siendo paciente, guardando calma, dejándolo
salirse con la suya hasta que la gota desbordó el vaso y lo que siguió
fueron palabras gruesas, puñetazos, insultos, puntapiés, golpes de guitarra.
Para George esta era la
única salida. Solamente mediante un brusco estallido de violencia podía
librarse de un injustificado complejo de inferioridad. La separación de Los
Beatles fue para Harrison una liberación, una bendición, una rendición de
cuentas, una concientización. Si George no hubiese dado ese grito de
independencia, Paul jamás lo habría aceptado en un plano de igualdad.
Posteriormente, George se
convirtió en el maestro de tratar temas occidentales dándoles un fuerte
tratamiento occidental; el mejor ejemplo de composición de acuerdo con esta
vena lírica es «My Sweet Lord»
(Mi Dulce Señor), máxima manifestación religiosa donde, sin grandes
complicaciones, George dice su verdad:
«Realmente
quiero verte, realmente quiero verte, pero realmente quiero verte,
realmente quiero verte. Pero eso tarda mucho, mi
Señor, mi dulce Señor»
A George Harrison se le
ha criticado bastante y hay quienes dudan de su sinceridad, achacándole
motivos de conveniencia. Se le acusado de usar una máscara de espiritualidad
para lograr sus fines personales. Sin embargo, ninguno como él ha dado
tantos conciertos a beneficio de La India, nadie ha luchado tanto por la Paz
Universal como él.
Su personalidad creció
hasta alcanzar estatura gigantesca con la publicación del «Concierto
para Bangladesh»
y su presentación en vivo en el Madison Square Garden. Allí George
mostró su independencia; demostró cómo, liberado de
Los Beatles, podía revelar todo su talento, y de esta manera, ganaba un
enorme prestigio y popularidad.
Fue George Harrison
quien elevó su voz como ninguno de sus compañeros en una melodía de añoranza
de Los Beatles, con motivo de la trágica muerte de su maestro y compañero
John Lennon, en «All those years ago»
(«Todos esos años pasados»),
vibrante de sentimiento y de sinceridad.
En este mensaje de
agradecimiento y de añoranza, se puede advertir otra parte de la verdad de
Harrison. Trabajando al lado de dos genios como John y Paul, el joven George
aprendió enormidades de ambos, pero influyó a la vez en ellos como
una tercera fuerza, como una eminencia
gris que decidió, en un momento determinado, el destino general del
conjunto.
George Harrison falleció el 29 Noviembre de 2001.
José Hurtado
Me conduce una luz
cósmica y la naturaleza me acompaña.
Los músicos somos
personas raras, y con todas las experiencias que hemos tenido descubres que
hay cosas realmente importantes, como es la amistad. Yo creo que el alma
está en este cuerpo y pasa esta vida por un tiempo limitado de tiempo. Todos
tus amigos, la gente a quien quieres y a quien odias, son como las mismas
almas que van y vienen. A veces, tus amigos no son solamente gente a quien
conoces en esta vida. Creo que hay almas que están conectadas. Eso pasó con
Lennon, McCartney, Ringo y yo. No es cosa fácil de
entender. ¿Por qué estas cuatro personas nacieron en aquel lugar y se
juntaron para esa única cosa? Es algo místico.
Habían intentado hacer de
mí un católico, pero eso no era para mí. Toda la actitud cristiana consiste
en que creas lo que ellos creen. En la India leí que no puedes creer en nada
hasta que hayas tenido la experiencia directa de ello. Decidí profundizar, y
fue cuando tuve la sensación de haberme liberado de ser un beatle o un
número. En nuestra sociedad tendemos a numerarnos y numerar a los demás, y
el Gobierno también lo hace. Encontrarse de pronto en un sitio que parece
estar viviendo en el año 5000 antes de Cristo es fabuloso.
Lo que somos, es decir,
el alma, que es la existencia y el conocimiento mismos, es lo que cuenta.